La Fuerza Aérea Portuguesa ha recibido un Dassault Falcon 900 que en breve incorporará a la Esquadra (Escuadrón) 504 “Linces”, que tiene sede en su Base Aérea Nº 6, en Montijo. El avión aterrizó el pasado jueves, 23 de febrero, en el Aeródromo de Trânsito N.º 1, en Portela, en la parte militar del aeropuerto internacional de Lisboa.
Según la Fuerza Aérea Portuguesa “esta nueva aeronave aumentará la capacidad de transporte estratégico de la Fuerza Aérea en misiones a larga distancia. La aeronave ahora recibida se encuentra en fase de preparación operativa y se espera que en breve comience a ser operada por los “Linces”.
Con este Falcon 900, adquirido de segunda mano, se refuerza la flota de aeronaves de la Esquadra 504, que hasta ahora sólo contaba con tres veteranos Dassault Falcon 50, entregados entre 1989 y 1991, que a su vez dieron relevo a otros tantos Falcon 20, que fueron el primer material que utilizó la Unidad desde su creación, el 12 de enero de 1985.
Hasta la fecha, la Esquadra” 504 operaba tres “Falcon” 50, como este que vemos aterrizando en la base aérea de Torrejón. (Foto Defensa.com)
El mayor alcance del Falcon 900 da nuevas capacidades a esta Esquadra, cuyo principal rol es el transporte de las más altas autoridades de Portugal tanto a nivel nacional como internacional, por lo que se mantiene un destacamento permanente en el Aeródromo de Trânsito N.º 1, facilitando el acceso de sus usuarios, el presidente de la República y el primer ministro. Otra misión fundamental de los “Linces” de la Fuerza Aérea Portuguesa es el traslado de pacientes y órganos para trasplantes, principalmente entre las islas de los archipiélagos lusos de Azores y Madeira y/o el Portugal continental.
El Falcon 50 tiene un alcance máximo de 6.480 kilómetros y una capacidad de transporte de entre 8 a 12 pasajeros, frente a los 7.700 y los 19 pasajeros de la nueva aeronave, de los que también opera cinco el Ejército del Aire y del Espacio español como transporte VIP, del Gobierno español.
Insignia de la “Esquadra” 504, en la que figura la cabeza de un lince ibérico. (Foto FAP)
