La pasada semana, más de 40 años después de entrar en servicio, el avión de combate de geometría variable Sukhoi Su-22 Fitter fue retirado del servicio de la Fuerza Aérea de Polonia en una ceremonia celebrada en la Base de Mirosławiec.
La baja del Su-22 era inminente desde que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas polacas anunciara en marzo la decisión definitiva de retirar la flota de este cazabombardero de la época soviética. Con el KAI FA-50 ya en servicio en la Fuerza Aérea de Polonia y los Lockheed Martin F-35A Lightning II próximos a llegar, el país del este de Europa busca acelerar la baja de su material de diseño soviético y ruso, y continuar con su reequipamiento con diseños producidos por otros países de la OTAN, especialmente de los Estados Unidos, y otros aliados de corte occidental, como Corea del Sur.
Con la retirada del Su-22, el avión de combate MiG-29 es ahora el único modelo de avión de ala fija que queda en servicio en Polonia de origen ruso. Está además previsto que le siga la sustitución de los helicópteros de diseño soviético y ruso del país. Se prevé que los Mil Mi-8 de la Fuerza Aérea Polaca sean sustituidos por un nuevo pedido de helicópteros Leonardo AW101 Merlin, mientras que se rumorea que los helicópteros Mi-2 y Mi-14 de la Armada Polaca se retirarán en 2026.
Como parte de la ceremonia de despedida, el pasado 10 de septiembre tres aviones biplaza Su-22UM3K realizaron un recorrido en formación por diversas instalaciones de Polonia relacionadas con este modelo, mientras que en Mirosławiec se exhibieron aviones monoplaza Su-22M4 con armamento de combate. También realizó un vuelo separado de un Su-22M4 equipado con un pod de inteligencia electrónica ELINT (Electronic Intelligence) y otro de reconocimiento fotográfico KKR-1, uno de los momentos más destacados para los entusiastas de la aviación que asistieron a la despedida del mítico modelo.
El general de brigada y piloto Maciej Trelka, que participó en los vuelos de despedida y que ha pilotado el Su-22 con la Fuerza Aérea de Polonia durante 31 años, declaró a la Radio Polaca Koszalin: “La mayor parte de mi vida profesional está relacionada con este avión. Con él estuve en Noruega, Finlandia, Alemania, el Reino Unido, Italia y Hungría. Con este avión entré en la OTAN. Se me saltan las lágrimas, porque me ha dado muchas alegrías, aunque no era un avión fácil (de pilotar)”.
Más de un centenar
Polonia se dotó de 110 aviones Su-22M4/UM3K; junto con 27 aviones Su-20, el modelo anterior de este avión de combate de Sukhoi. El primer Su-22M4, que portaba la codificación 3005, llegó a la base aérea de Piła el 28 de agosto de 1984, siendo entregados en los años siguientes el total de 90 Su-22M4 y 20 Su-22UM3K biplaza encargados a la desaparecida URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Estos se distribuyeron entre los regimientos de bombarderos tácticos estacionados en las bases aéreas de Pila, Powidz, Miroslawiec y Swidwin.
El Su-22 es una variante de exportación del Su-17, que voló al servicio de la extinta URSS y posteriormente de Rusia entre 1970 y 1998. El Su-17 se diseñó con la intención de sustituir al anterior Su-7 de Sukhoi (según la codificación OTAN Fitter-A).
En 1966 voló un demostrador tecnológico basado en el previo Su-7, utilizado para probar la tecnología de ala de geometría variable que se incorporaría al Su-17. A los mandos estaba Vladimir Ilyushin, hijo del diseñador de aviones Sergey Ilyushin. Más tarde, Vladimir también protagonizaría los primeros vuelos del Su-24, el Su-25 y el Su-27.
En total se fabricaron casi 3.000 aviones Su-17, Su-20 y Su-22 a lo largo de 21 años, que, además de ser empleados por la URSS, se vendieron a varios países de su esfera de influencia y prestaron servicio en Afganistán, Checoslovaquia, Alemania Oriental, Irak, entre otras muchas fuerzas aéreas del desaparecido Pacto de Varsovia y otros aliados de Moscú. Angola, Irán, Libia, Siria (si sobrevivió alguno a la caída de Assad en 2024), Vietnam y Yemen siguen utilizando este avión de combate en la actualidad. (Julio Maíz)
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