En diferentes ocasiones hemos analizado la necesidad de afrontar el necesario programa de modernización de las fragatas F-100 de la Armada española, proceso que ya ha comenzado y para el que se ha aprobado la prefinanciación de 1.280 millones de euros para que Navantia inicie los trabajos. Una parte importante de las mejoras vendrían de la mano de Indra, incorporando tecnologías desarrolladas para las nuevas F-110.
El Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa aprobado en abril incluye un Programa Especial de Modernización (PEM) denominado “Nuevas Tecnologías Aplicadas en Plataformas Marítimas” que se refiere específicamente a la modernización de media vida de las fragatas clase “Álvaro de Bazán”, para lo que asigna este ejercicio 225 millones de euros.
Las fragatas clase Álvaro de Bazán han superado más de la mitad de su vida operativa, por ello durante los últimos años se han identificado una serie de sistemas y equipos que se encuentran desfasados, bien porque desde el punto de vista de sus prestaciones operativas la tecnología se ha quedado por detrás de la amenaza u obsoletos, o bien porque desde la perspectiva de su mantenimiento están llegando al final de su vida útil.
El objetivo de este programa es prolongar la vida operativa de toda la serie (F-101 a F-105) hasta 2045, resolviendo obsolescencias, buscando comunalidad con las Fragatas F-110 y ofreciendo mejoras en aspectos operativos, normativos y medioambientales. Se incorporarán tecnologías en el área de sistema de combate, ciberseguridad, integración de protección contra amenazas asimétricas, sistema de autoprotección contra drones, integración y gestión de vehículos no tripulados, mejora de sus sistemas de detección radar y capacidad de enfrentamiento e integración y mejora de las capacidades ASW así como la actualización del sistema de distribución de datos de navegación.
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Las F-100 se beneficiarán de numerosos sistemas desarrollados para las F-110 (Indra)
La aportación de Indra
Entre las áreas que se mejorarán están “los sistemas de detección radar” para incrementar las capacidades de detección y enfrentamiento ante nuevas amenazas y los “sistemas de guerra electrónica”. Sistemas con capacidad para realizar la detección, interceptación, análisis, identificación, clasificación, obtención de demora, grabación y escucha de señales en ambiente litoral.
Recientemente tuvimos la oportunidad de conocer de la mano de Ana Buendía Núñez, directora de negocio naval en Indra las tecnologías disponibles para incorporar al buque, muchas de ellas desarrolladas para el programa F-110 del que se botó recientemente la primera unidad.
Como nos recordó Buendía, Indra ha sido históricamente el socio tecnológico en los principales programas de la Armada, entre los que destaca el desarrollo de la fragata F-100, siendo responsable del diseño, desarrollo e integración de sistemas clave como radares o sistemas de guerra electrónica, pero también de otros sistemas pioneros en su momento y de gran relevancia.
La apuesta decidida de la Armada por el desarrollo nacional de sistemas de guerra electrónica a mediados de los años 80 permitió que Indra hoy pueda ser un referente internacional en guerra electrónica, compitiendo con éxito en el mercado internacional, en el que la compañía ya ha suministrado sistemas a los principales astilleros de todo el mundo, como el alemán TKMS, el italiano Fincantieri o el coreano DSME.
En ese momento, se decidió desarrollar una nueva generación de sistemas de guerra electrónica para los buques de la Armada. Las cuatro primeras fragatas F-100 serían las receptoras de los nuevos equipos. Se apostó por tecnologías como los módulos que permitían la medida instantánea de frecuencia (DIFM-Digital Instantaneous Frequency Measurement), antenas de tipo multihaz o de apuntamiento electrónico, con las que pocos países contaban en el mundo. Indra lideró el desarrollo de una suite de guerra electrónica que incluyera no solo el sistema ESM (Electronic Support Measures o Medidas de Apoyo Electrónico) sino también contramedidas (ECM o Electronic Countermeasure) en la banda radar del espectro electromagnético para incrementar la protección del buque. Este sistema se llamó Aldebarán.
Sistemas diseñados para la F-110 se incorporarán a las F-100.
Esta suite se completaría también con el sistema de interceptación de comunicaciones Regulus. Adicionalmente, las fragatas se equiparon con el sistema de distribución de datos de navegación DIANA, un sistema crítico para la navegación del buque, primer sistema de estas características no estadounidense que fue certificado para integrarse con buques AEGIS, como las F-100. Y también con el sistema IFF de identificación amigo-enemigo y terminales de comunicaciones satelitales. Y en el caso de la fragata F-105 “Cristóbal Colón”, que se construyó años más tarde, Indra también incorporó los radares de navegación y exploración de superficie y control de helicópteros.
El papel de Indra no acaba en la integración de todos estos sistemas, sino que la compañía está involucrada acompañándolos durante todo el ciclo de vida. En el caso del soporte logístico integral y el apoyo al ciclo de vida en la Armada, Indra acumula más de 35 años de experiencia apoyando productos propios y de terceros, colaborando con la Armada en el sostenimiento de la Flota, dando continuidad al proceso que se inicia con el desarrollo y diseño de los sistemas y su instalación e integración en las plataformas designadas por la Armada. También se han podido nacionalizar numerosas actividades de sostenimiento en sistemas de terceros.
Fruto del sistema Aldebarán, de gran complejidad y exigencia, surgió el sistema Rigel, un sistema de contramedidas basado en apuntamiento mecánico. Este sistema equiparía el Buque de Aprovisionamiento de Combate “Cantabria”, las fragatas F-80 de la clase “Santa María”, los Buques de Acción Marítima (BAM), la fragata F-105 “Cristóbal Colón” o el buque LHD “Juan Carlos I”. Este último sería el primer buque de la Armada en el que la totalidad de los radares, incluidos los radares 3D, los de navegación, exploración de superficie, control y aproximación de helicópteros, serían de fabricación Indra.
En la actualización de las Fragatas F-100, Indra aspira, entre otras cosas, a modernizar los sistemas de guerra electrónica en banda radar y comunicaciones, a incorporar radares de navegación y vigilancia de superficie y control de helicópteros, a modernizar el sistema de distribución de datos de navegación DIANA, incorporar sistemas anti dron o el sistema IRST (este último en colaboración con Tecnobit), modernizar el sistema de comunicaciones satelitales, y ya ha modernizado el sistema IFF. Además, el uso de las nuevas tecnologías, como la realidad aumentada o la IA tiene que estar presente durante las actividades de apoyo al ciclo de vida y la evolución de los sistemas. (José Mª Navarro García)






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