El Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa de España y Europa presentado el pasado mes de abril contempla una inversión de 10.471 millones de euros en 31 Programas Especiales de Modernización (PEMs) de los que 13 ya tienen aprobada la financiación del Ministerio de Industria y Turismo. Navantia será responsable de cinco de ellos, por los que recibirá préstamos por valor de 2.292 millones de euros.
El Boletín Oficial del Estado del pasado 16 de septiembre publicaba información detallada sobre la concesión directa de préstamos a Navantia para el desarrollo industrial de los PEMs en el ámbito naval.
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Distribución por anualidades.
Buque de Aprovisionamiento de Combate II (BAC II)
Para la construcción de este buque cuya orden de ejecución se firmó el pasado mes de junio y cuyas características analizamos entonces se han aprobado 380 millones de euros. Como recuerda la publicación del BOE, la Armada cuenta actualmente con dos buques que proporcionan la capacidad de apoyo logístico operativo: El Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) “Patiño”, entregado a la Armada en junio de 1995, que se encuentra en su último tercio de vida y el BAC “Cantabria”, entregado en julio de 2010, que se encuentra en su segundo tercio de vida.
Con el objetivo de mantener dos BAC operativos, se precisa la adquisición a corto plazo de una plataforma tipo BAC que sustituya al BAC “Patiño”. Navantia realizará los trabajos necesarios para el diseño, desarrollo, construcción, integración, pruebas, entrega y documentación del apoyo logístico para el Programa BAC II.
Navantia, como empresa de construcción naval militar, aporta la respuesta industrial y tecnológica a las capacidades navales que el Gobierno considera esenciales para la Defensa y Seguridad Nacional y ofrece capacidad tecnológica propia para el diseño, construcción y mantenimiento de todo tipo de buques, soporte durante todo el ciclo de vida, a las unidades de la Armada, manteniéndolas en condiciones adecuadas de servicio y capacidad propia de diseño, fabricación, integración y mantenimiento de sistemas de mando y control, sistemas de control de plataforma y sistemas de propulsión, añadiendo valor a los buques y a las soluciones de transferencia de tecnología.
El programa tendrá una duración de, aproximadamente, cuatro años y medio. Para ello contará, además de con la plantilla propia, con la industria colaboradora para realizar los trabajos en el Astillero de Ferrol y contará adicionalmente con la Unidad de Negocios de Sistemas de San Fernando.
Durante la construcción, Navantia aumentará las capacidades del nuevo BAC e integrará nuevas tecnologías como, por ejemplo el desarrollo del Sistema de Combate a la última versión, ciberseguridad, sistema de autoprotección contra drones, integración y gestión de vehículos no tripulados, capacidad de almacenamiento de urea para poder abastecer a través de un sistema de trasiego a otros buques (esto hará posible la reducción de emisiones cumpliendo así con la nueva normativa) y mejoras en la maniobrabilidad junto a un sistema de vuelta a casa.
Se consideran las áreas de mejora a potenciar en el ámbito de la defensa, las de mando y control, comunicaciones, información (C4I), ciberdefensa, sistemas críticos embarcados en plataformas y sistemas complejos integrados por otros sistemas de armas avanzados cuyos requisitos de integración están vinculados a intereses esenciales de defensa y seguridad.
El programa BAC II impulsa de manera significativa las capacidades estratégicas de la industria, con desarrollos tecnológicos que incluyen:
- Última versión del Sistema de Combate, ciberseguro, con capacidad de control de drones y de defensa frente a ellos, reforzando la capacidad de autodefensa del buque.
- Sistema de guerra electrónica con capacidad para realizar la detección, interceptación, análisis, identificación, clasificación, obtención de demora, grabación y escucha de señales en ambiente litoral.
- Sistema de comunicación del buque basado en el concepto de sistema integrado de control de comunicaciones, compuesto por un sistema de comunicaciones interiores y por otro sistema de comunicaciones exteriores.
- Sistema de reabastecimiento en la mar con capacidad de recibir, almacenar y suministrar soluciones acuosas de urea, combustible, agua dulce y material.
- Integración y gestión de vehículos no tripulados con la posibilidad de desplegar y operar Unmanned Aerial Vehicles (UAV’s), Unmanned Surface Vehicles (USV’s) y Unmanned Underwater Vehicles (UUV’s).
Modernización de las fragatas F-100
Para la prefinanciación del programa Nuevas Tecnologías Aplicadas en Plataformas Marítimas (Modernización Media Vida F-100) se concederán 1.280 millones de euros.
Las fragatas clase Álvaro de Bazán (F-100) han superado más de la mitad de su vida operativa, por ello durante los últimos años se han identificado una serie de sistemas y equipos que se encuentran desfasados, bien porque desde el punto de vista de sus prestaciones operativas la tecnología se ha quedado por detrás de la amenaza u obsoletos, o bien porque desde la perspectiva de su fiabilidad y mantenimiento tienen un alto índice de averías o no existen repuestos disponibles.
El objetivo de este programa es prolongar la vida operativa de toda la serie (F-101 a F-105) hasta 2045, resolviendo obsolescencias, buscando comunalidad con las Fragatas F-110 y ofreciendo mejoras en aspectos operativos, normativos y medioambientales. Por todo lo anterior, Navantia va a llevar a cabo una actualización y modernización de sistemas y equipos dirigidos a mantener la seguridad y evitar la pérdida de capacidades actuales, modernizar aquellos sistemas que lo requieran para disponer de capacidades necesarias para los escenarios actuales y las demandas del futuro entorno operativo.
Durante la construcción, Navantia aumentará las capacidades de las fragatas F-100 de la Armada implementando mejoras a través de nuevas tecnologías como el desarrollo del Sistema de Combate a la última versión, ciberseguridad, integración de protección contra amenazas asimétricas, sistema de autoprotección contra drones, integración y gestión de vehículos no tripulados, mejora de sus sistemas de detección radar y capacidad de enfrentamiento e integración y mejora de las capacidades ASW.
Se consideran las áreas de mejora a potenciar en el ámbito de la defensa áreas de conocimiento estratégico de mando y control, comunicaciones, información (C4I), ciberdefensa, vigilancia, reconocimiento, inteligencia y adquisición de objetivos, (ISTAR) y sistemas complejos integrados por otros sistemas de armas avanzados cuyos requisitos de integración están vinculados a intereses esenciales de defensa y seguridad.
El programa de modernización de las fragatas F-100 impulsa de manera significativa las capacidades estratégicas de la industria, donde se resaltan los desarrollos tecnológicos como los siguientes:
- Última versión del Sistema de Combate, reforzando la capacidad de autodefensa del buque.
- Sistemas de detección radar incrementando las capacidades de detección y enfrentamiento ante nuevas amenazas.
- Sistema de comunicación del buque basado en el concepto de sistema integrado de control de comunicaciones, compuesto por un sistema de comunicaciones interiores y por otro sistema de comunicaciones exteriores.
- Sistema de guerra electrónica con capacidad para realizar la detección, interceptación, análisis, identificación, clasificación, obtención de demora, grabación y escucha de señales en ambiente litoral.
- Integración y gestión de vehículos no tripulados con la posibilidad de desplegarlos y operarlos.
Modernizaciones de buques anfibios
El programa Nuevas Tecnologías Aplicadas en Plataformas marítimas anfibias tiene una prefinanciación de 240 millones de euros y se refiere a la modernización de los buques LPD (Landing Platform Dock) o Buques de Asalto Anfibio de la clase Galicia. Estos se construyeron y pusieron en servicio a finales de la década de los 90, incorporan en algunos sistemas tecnología de los años 80 y 90 superada hoy en día. Asimismo, muchos de sus componentes se han degradado paulatinamente o han quedado obsoletos, lo que supone una dificultad creciente para garantizar su sostenimiento.
El objetivo del Programa de Modernización de Media Vida (MMV) es prolongar la vida operativa de los buques “Galicia” y “Castilla” y ofreciendo mejoras para que sigan operando como elemento fundamental en el entorno marítimo y litoral. Navantia va a llevar a cabo una actualización y modernización de sistemas y equipos dirigidos a mantener la seguridad y evitar la pérdida de capacidades actuales, modernizar aquellos sistemas que lo requieran para disponer de capacidades necesarias para los escenarios actuales y las demandas del futuro entorno operativo.
Este programa se subdivide en una primera fase de definición o ingeniería, para la que se suscribirá la correspondiente orden de ejecución, que permiten eliminar incertidumbres y confirmar alcances del programa. Una vez que se ha definido el encaje de la nueva plataforma y los principales sistemas, se puede iniciar la fase de diseño y construcción habitual, que consiste en el desarrollo del diseño de detalle del buque que permita obtener la información de ingeniería necesaria para iniciar la construcción. Nuevamente para esta fase se suscribirá la correspondiente orden de ejecución.
Durante la construcción, Navantia aumentará las capacidades de los LPDs clase Galicia integrando nuevas tecnologías como el sistema de combate de la última versión, ciberseguridad o integración y gestión de vehículos no tripulados. Las áreas de conocimiento estratégico serán:
- Última versión del Sistema de Combate, reforzando la capacidad de autodefensa del buque, desarrollando la capacidad de autoprotección frente a drones.
- Sistema de seguridad interior reforzando los servicios integrados en el buque y mejorando la seguridad inherente en el barco.
- Sistema de guerra electrónica con capacidad para realizar la detección, interceptación, análisis, identificación, clasificación, obtención de demora, grabación y escucha de señales en ambiente litoral.
- Integración en la plataforma de vehículos no tripulados.
Nuevo buque de guerra electrónica
El programa Buque EW (Buque de Acción Marítima AGI) cuenta con una financiación de 242 millones de euros. La Armada cuenta actualmente con un buque colector de inteligencia como apoyo a la estrategia naval de la Armada Española, con más de 40 años de servicio, excediendo el tiempo de vida de diseño. La importancia de relevar el barco con una nueva unidad cobra una nueva dimensión, atendiendo a las nuevas exigencias del escenario mundial, donde esta tipología de barcos se ha vuelto indispensable dadas las nuevas amenazas.
Con el relevo del barco, la Armada mantendrá una capacidad operativa acorde con la flota y las misiones encomendadas para la Defensa Nacional. Navantia realizará los trabajos necesarios para el diseño, desarrollo, construcción, integración, pruebas, entrega y documentación del apoyo logístico para el Programa BAM AGI.
El programa se subdivide en una primera fase de definición o ingeniería, para la que se suscribirá la correspondiente orden de ejecución, que permiten eliminar incertidumbres y confirmar alcances del programa. Una vez que se ha definido el encaje de la nueva plataforma y los principales sistemas, se puede iniciar la fase de diseño y construcción habitual, que consiste en el desarrollo del diseño de detalle del buque que permita obtener la información de ingeniería necesaria para iniciar la construcción. Nuevamente para esta fase se suscribirá la correspondiente orden de ejecución.
Durante la construcción, Navantia aumentará las capacidades de diseño y construcción de buques del tipo colector de inteligencia, integrando nuevas tecnologías como el desarrollo del Sistema de Combate, ciberseguridad, sistema de autoprotección contra drones, integración y gestión de vehículos no tripulados y capacidad de interceptación, manejo y gestión de señales e imágenes.
Se profundizará en las siguientes áreas de conocimiento estratégico con desarrollos tecnológicos como:
- Última versión del Sistema de Combate, ciberseguro, con capacidad de control de drones y de defensa frente a ellos, reforzando la capacidad de autodefensa del buque.
- Sistema de guerra electrónica con capacidad para realizar la detección, interceptación, análisis, identificación, clasificación, obtención de demora, grabación y escucha de señales en ambiente litoral.
- Sistema de inteligencia, reforzando las capacidades de colección de inteligencia en el buque mediante un sistema de gestión de señales e imágenes.
- Sistema de comunicación del buque basado en el concepto de sistema integrado de control de comunicaciones, compuesto por un sistema de comunicaciones interiores y por otro sistema de comunicaciones exteriores.
- Integración y gestión de vehículos no tripulados con la posibilidad de desplegarlos y operarlos, así como su integración en la nube de combate.
El nuevo Buque Hidrográfico Oceánico (BHO)
Además de los dos buques hidrográficos costeros (BHC) que ya han sido aprobados, se construirá un Buque Hidrográfico Oceánico (BHO) para el que se concederán 150 millones de euros. La Armada cuenta actualmente con la Flotilla Hidrográfica del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), formada por diferentes buques. Estos están en servicio desde los años 70, lo que obliga a renovar la actual Flotilla Hidrográfica con el objetivo de evitar que el IHM vea comprometido el cumplimiento de sus responsabilidades.
Esto hace necesario dotar a la Flotilla Hidrográfica de un buque multipropósito, Buque Hidrográfico Oceánico (BHO), que sustituirá a los buques de la Clase Malaspina (“Malaspina” y “Tofiño”). Navantia realizará los trabajos necesarios para el diseño, desarrollo, construcción, integración, pruebas, entrega y documentación del apoyo logístico para el Programa BHO.
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Se reemplazará el veterano “Malaspina” (Armada)
El programa se subdivide en una primera fase de definición o ingeniería, para la que se suscribirá la correspondiente orden de ejecución, que permiten eliminar incertidumbres y confirmar alcances del programa. Una vez que se ha definido el encaje de la nueva plataforma y los principales sistemas, se puede iniciar la fase de diseño y construcción habitual, que consiste en el desarrollo del diseño de detalle del buque que permita obtener la información de ingeniería necesaria para iniciar la construcción. Nuevamente para esta fase se suscribirá la correspondiente orden de ejecución.
Durante la construcción, Navantia aumentará las capacidades de diseño y construcción de Buques Hidrográficos e integrará nuevas tecnologías en áreas como el sistema hidrográfico, ciberseguridad, sistema de propulsión silenciosa y respetuosa con el medio ambiente, integración y gestión de vehículos no tripulados y mejoras en la maniobrabilidad.
Se impulsarán capacidades estratégicas de la industria, con desarrollos vinculados como:
- Última versión del Sistema de Combate, ciberseguro, reforzando los perfiles de misión del buque.
- Sistema de comunicación del buque basado en el concepto de sistema integrado de control de comunicaciones, compuesto por un sistema de comunicaciones interiores y por otro sistema de comunicaciones exteriores.
- Integración y gestión de los diferentes equipos y sensores en el sistema hidrográfico y oceanográfico reforzando el sistema de misión del buque.
- Integración y gestión de vehículos no tripulados con la posibilidad de desplegarlos y operarlos, así como su integración en la nube de combate.
Impacto industrial
Todos estos programas tendrán un impacto significativo en Navantia que, como empresa tractora, tiene un efecto arrastre en el ecosistema industrial y de PYMES en todo el territorio nacional donde colabora con más de 900 empresas.
Se reforzará la actividad industrial del sector naval donde se dedicarán años para el desarrollo y construcción, generando empleo y creando empresas y PYMES dedicadas al sector de la defensa en todo el territorio nacional. El apoyo y colaboración de la industria auxiliar, así como la consolidación de la industria tecnológica nacional en el diseño y construcción de buques, son claves para la defensa nacional.
Navantia está trabajando para fomentar la colaboración con empresas y universidades, así como captando talento de cara a impulsar la especialización de los ingenieros y responder así a las necesidades que actualmente tiene el sector. (José Mª Navarro García)
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