El ‘Isaac Peral’ es el primero de los cuatro submarinos S-80 de última generación, un programa que supone para la Armada española estar entre las mejores dotadas del mundo en cuanto al arma submarina, y para Navantia consolidarse entre las empresas punteras internacionales.
“Damos un paso de gigante en este programa y hoy nos sentimos particularmente orgullosos de nuestra Armada, heredera de los grandes marinos de la historia que transformaron el mundo”, ha declarado la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha presido el acto.
Robles ha dado las gracias por su implicación en el proyecto a la ciudad de Cartagena, a la Armada y a todo el personal de Navantia y del Ministerio de Defensa. Además, ha tenido unas palabras de recuerdo para el fallecido AJEMA, almirante general Antonio Martorell: “Creo que hoy, allá donde esté, va a sentirse tan orgulloso como nos sentimos todos”.
En el acto solemne se ha procedido a la firma de la documentación de entrega y transferencia entre Navantia y la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa y de ésta última al Arsenal de Cartagena. Además, ha tomado posesión el que será el primer comandante de la unidad, el capitán de corbeta Manuel Corral, y se ha entregado la Bandera al buque.
También han acudido a la celebración el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro López Calderón, el jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general Antonio Piñeiro, la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce y el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, entre otras autoridades civiles y militares.
El AJEMA ha incidido en que “hoy se inicia una etapa ilusionante, en la que incorporamos una tecnología de vanguardia en un submarino que está llamado a asumir un importante protagonismo en las operaciones navales”, y ha dado las gracias a la ministra de Defensa por impulsar un proyecto “que no hubiera sido posible sin su apoyo decidido y personal”.
En el acto también han estado presentes la secretaria de Estado directora del CNI, Esperanza Casteleiro; la subsecretaria de Defensa, Adoración Mateos; el director general de Armamento y Material, almirante Aniceto Rosique; el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo.
El programa S-80
El programa S-80 supone el mayor reto industrial y tecnológico afrontado nunca por la industria de defensa nacional, ya que un submarino es un sistema diseñado para operar autónomamente en un entorno muy hostil durante largos periodos de tiempo, por lo que requiere conocimientos altamente especializados en disciplinas diversas.
En este sentido, el presidente de Navantia ha señalado que “la entrega del primero de estos submarinos es un éxito de la excelencia en el aspecto técnico, pero también de otros valores y principios que están en la base de todo desafío: la colaboración, la confianza en nuestra capacidad, el esfuerzo y la voluntad de superación”, ha expresado, y ha dado las gracias especialmente al Ministerio de Defensa y a la Armada. “Sin vuestra ayuda decidida, no estaríamos aquí celebrando este hito histórico”, ha afirmado.
Asimismo, durante su intervención, la secretaria de Estado de Defensa ha asegurado que “el Programa S-80 y la labor de Navantia en el polo de la industria naval de Cartagena, es, sin duda, uno de los proyectos tecnológicos más complejos que se han acometido en nuestro país”, y ha destacado que, además de situar a la industria naval española entre las más importantes en el ámbito internacional, supone importantes retornos económicos.
“Este proyecto supone todo un reto para nuestro sistema de ciencia y tecnología”, ha dicho Valcarce, “y un hito inversor importantísimo por parte del Gobierno de España, de 4.000 millones de euros entre 2018 y 2032”. Tras el S-81 llegarán otros tres sumergibles que se encuentran en diferentes grados de avance, todos ellos bautizados con nombres de pioneros de la navegación submarina: el S-82 ‘Narciso Monturol’, el X-83 ‘Cosme García’ y el S-84 ‘Mateo García de los Reyes’.
Capacidades del S-81
Con una eslora de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 y un desplazamiento de casi 3.000 toneladas, el S-80 tiene capacidades únicas entre los submarinos no nucleares de la OTAN. Por su alto nivel de automatización puede operar con una dotación de solo 32 personas y está capacitado para misiones antisuperficie, antisubmarinas, ataque a tierra, operaciones a diversas profundidades, operaciones especiales y de evacuación de personal civil, recopilación de inteligencia o disuasión.
El Programa S-80 supone un salto tecnológico sustancial frente a su predecesor, el S-70, ya que va a contar con un Sistema Integrado de Control de la Plataforma y un Sistema de Combate que, al mismo tiempo que permiten elevar su grado de automatización, reducen notablemente el número de personas necesarias para operar el submarino. Este proyecto ha supuesto el mayor reto para la construcción naval española hasta la fecha.
La dotación ha llevado a cabo un riguroso proceso de formación, adiestramiento y certificación durante todo el proceso de las pruebas de mar que le permite conocer en profundidad la plataforma, de modo que el submarino pueda ser operado con seguridad, tanto en superficie como en inmersión.