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Martes, 15 de octubre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La ¿Unión? Europea y la guerra en Ucrania: Suecia se prepara para la guerra con Rusia y Eslovaquia critica el error de Occidente

GUERRA EN UCRANIA, OTRO FOCO

Stridsvagn 122, Suecia ha suministrado a Ucrania varias unidades de este carro de combate (modelo derivado del Leopard alemán)
Stridsvagn 122, Suecia ha suministrado a Ucrania varias unidades de este carro de combate (modelo derivado del Leopard alemán)

Hace unos días, el 8 de enero, el semanario estadounidense Newsweek publicaba un artículo titulado “Suecia envía siniestras advertencias a sus ciudadanos(1) cuyo texto narra como las autoridades suecas parecen estar preparando a su población para una posible guerra con Rusia. Tan solo un día después, el 9 de enero, el diario eslovaco Pravda publicaba un artículo de Robert Fico, Primer Ministro de Eslovaquia, con categórico titular “La estrategia de Occidente en Ucrania simplemente no funciona(2) y crítico contenido.

Tras casi dos años de guerra, el frente está estancado y la victoria por goleada que algunos vaticinaban, más por berretín que por sosegado análisis, se antoja mera quimera. Incluso los analistas más optimistas que no ha mucho anunciaban que Ucrania acabaría con Rusia, en idéntica forma que David lo hizo con Goliat, empiezan a emitir dictámenes más prudentes y moderados.

En este impasse la Unión Europea que, más allá del nombre oficial nunca fue tal, comienza a emitir dispares y disonantes mensajes. Además, lo más preocupante es que ya no se trata solo de la ab initio et sine die díscola Hungría del exótico Orban. A modo de reciente e ilustrativo ejemplo veamos las últimas reacciones y contrapuestas posiciones de altos cargos gubernamentales de Suecia y Eslovaquia.

Kub 140. Misiles de defensa antiaérea, uno de los contados sistemas de armas que Eslovaquia ha cedido a las fuerzas ucranianas.

Suecia echa el órdago y se prepara para la guerra

Suecia es uno de los países que vienen enviando importantes paquetes de ayuda financiera y militar; la primera puede estimarse en unos dos billones de euros, mientras que la segunda se compone de una variada panoplia de armas: carros de combate Stridsvagn 122, vehículos de combate de infantería CV90, piezas ATP de 155 mm Archer, lanzagranadas Carl Gustaf, armas contratacrro NLAW y AT4, equipos de desminado, ametralladoras, fusiles, munición de todo tipo y calibres…

Pero, además, según se desprende de las declaraciones de sus autoridades, no solo está dispuesta a seguir apoyando a Ucrania hasta el final, sino que parece querer concienciar a sus ciudadanos de la posibilidad, no remota, de entrar en guerra con Rusia. El ya mencionado artículo del Newsweek se hacía eco de las declaraciones de dos ministros del gobierno sueco.

Por una parte Carl-Oskar Bohlin (ministro de Protección Civil) decía lo siguiente: “Muchos ya lo han dicho antes que yo, pero permítaseme hacerlo de forma oficial, más directamente y con toda crudeza: puede haber guerra en Suecia”.

Además, Pal Jonson (ministro de Defensa) lejos de calmar las aguas apostillaba las manifestaciones de su colega aseverando que “no es descartable la posibilidad de un ataque armado contra Suecia. La guerra también nos puede llegar. Estos graves tiempos requieren claridad de visión, capacidad de ejecución y perseverancia, claridad de visión para comprender que el objetivo de Rusia sigue siendo la erradicación de una Ucrania libre y la creación de una Europa donde impere la ley del más fuerte con estados colchón y esferas de influencia”.

VCI CV90. Suecia, Chequia y Eslovaquia tenían un proyecto – ahora en el aire – para fabricar y suministrar a Ucrania hasta un millar de unidades.

Eslovaquia se da mus por la errónea estrategia de Occidente

Eslovaquia, aunque venía solidarizándose con la causa ucraniana, no ha sido uno de los países que más se haya distinguido por la entidad de su apoyo. En el apartado financiero sus aportaciones rondan los  670 millones de euros y en el militar sus envíos se reducen a unos cuantos sistemas antiaéreos Kub 140, así como algunas partidas de munición de artillería y cartuchería para armas ligeras.

Pero, además, el 30 de septiembre se celebraron elecciones anticipadas y los ciudadanos dieron la victoria al partido Smer de Robert Fico, que ya había sido Primer Ministro en dos ocasiones anteriores (2006-2010 y 2012-2018) y que, a lo largo de su trayectoria, nunca había ocultado su postura pro-rusa. El flamante Primer Ministro, tal y como prometió durante la campaña, cambió inmediata y radicalmente la política respecto al conflicto ruso-ucraniano, congelando las ayudas a Kiev.

En esta línea, el Sr. Fico ha publicado un sorprendente y contundente artículo del cual extraemos algunos párrafos donde, entre otras cosas, dice “Desde el mismísimo inicio del conflicto en Ucrania, rechacé la pretendida visión en blanco y negro de Washington o Bruselas. La guerra en Ucrania tiene sus orígenes allá en 2014 […] y por supuesto en la total influencia de Estados Unidos en todo lo que ha sucedido y sucede en Ucrania desde 2014 hasta ahora”.

Admite que Rusia reaccionó a la presión con desaforada agresividad y que la invasión constituye una violación del derecho internacional pero, con un discurso cada vez más acre, continúa con lo que constituye una abierta acusación: “Está demostrado que, en 2022, al comienzo mismo de la guerra en Ucrania, Occidente, en al menos en dos ocasiones con buenas expectativas, no permitió que los ucranianos concluyeran un alto el fuego en condiciones justas. La razón era que ya se había tomado una decisión dolorosamente equivocada. Occidente se aprovecharía de que Rusia había violado el derecho internacional y suministraría a Ucrania ingentes cantidades de armas y miles de millones de dólares, aplicaría a Rusia sanciones masivas, atacaría las principales fuentes de ingresos de Rusia y esperaría hasta que el último soldado ucraniano le trajese en bandeja la cabeza del oso bajo la forma de una Rusia militarmente exhausta, económicamente arruinada, internacionalmente aislada y, a nivel interno, políticamente desecha”.

Para rematar, afirma que “es sorprendente ver como Occidente se equivoca una y otra vez en valorar la situación en Rusia. La realidad de los hechos es inexorable. Rusia controla militarmente los territorios ocupados. Ni la economía rusa ni la moneda rusa colapsaron, las sanciones antirrusas han aumentado la autosuficiencia interna de este enorme país, los gigantes energéticos rusos informan de exportaciones récord a China e India. Por otra parte, algunos prestigiosos, repito, solo algunos prestigiosos medios de comunicación extranjeros, recogen que personas del entorno del presidente vienen afirmando que en Ucrania se roba como si no hubiera un mañana”.

Si Putin tenía un “aliado” en Budapest (Orban), el que ahora tiene en Bratislava (Fico) desde luego no le va a la zaga.

Conclusión: La ¿Unión? Europea

Las declaraciones de los gobernantes de Suecia y Eslovaquia son recentísimas y simultáneas (de esta misma semana); ambos países, aunque pudiera no parecerlo, pertenecen a la Unión Europea y, sin embargo, las posiciones suecas y eslovacas son opuestas y separadas años luz. Situación que nos lleva a formular las siguientes cuestiones: ¿Cómo y por cuanto tiempo será posible el consenso en el espinoso asunto del apoyo a Kiev?. ¿Cómo afectará la guerra de Ucrania a la unión de la Unión Europea?  

[1] https://www.newsweek.com/sweden-issues-ominous-warning-citizens-1858841

[1] https://nazory-pravda-sk.translate.goog/analyzy-a-postrehy/clanok/695354-robert-fico-strategia-zapadu-na-ukrajine-jednoducho-nefunguje/?_x_tr_sl=sk&_x_tr_tl=en&_x_tr_hl=en&_x_tr_pto=wapp

 

 

 

 


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