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Viernes, 3 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La torre Toledo 30S para el VCR 8x8 Dragón preparada para integrar el sistema Fire Weaver de gestión de objetivos

En noviembre del año pasado adelantamos que la torre Toledo 30S propuesta por PAP Tecnos para el Vehículo de Combate de Ruedas (VCR) 8x8 “Dragón” del Ejército de Tierra estaba lista para integrar el sistema Fire Weaver de gestión de amenazas, sistema que analizamos en profundidad en el número 507-508 de la revista Defensa.

Se trata de un sistema que le fue presentado en 2019 al Ejército de Tierra, fue adquirido en 2020 por las Fuerzas de Defensa de Israel, que ha sido evaluado recientemente por el Ejército de Tierra estadounidense y elegido por el Ejército de Tierra alemán en el marco del programa “Campo de Batalla de Cristal”.

¿Qué aporta Fire Weaver a la torre del 8x8?

El 23 de mayo de 2019 PAP Tecnos realizó una demostración de esta tecnología al Ejército de Tierra en las instalaciones de la Brigada Rey Alfonso XIII, II tercio de la Legión en la Base Alvarez de Sotomayor de Viator, Almería. En dicho ejercicio se integraron al sistema lanzadores de misiles Spike, la torre de armamento Mini Samson y otros sistemas de armas y observación en servicio en el Ejército de Tierra.

Como veremos, la torre Toledo 30S presenta de esta manera un importante valor añadido al poder extraer el máximo rendimiento de sus sensores y sus sistemas de armas principales, como el cañón Mk44S de 30 mm. con capacidad airbust o el misil multipropósito Spike LR, estando además preparada para emplear la nueva versión LR2. Supone un multiplicador operativo muy importante, que como veremos permite reducir los daños colaterales y optimizar el uso de la munición. Igualmente se puede integrar con otros sensores como el pod de designación de objetivos Litening en servicio en el Ejército del Aire.

¿Qué es Fire Weaver y cómo funciona?

En los conflictos actuales, las fuerzas terrestres han de maniobrar y combatir en terrenos complicados, incluyendo zonas urbanas. A la complejidad de un entorno tridimensional con líneas de visión y de fuego difusas, se añade la presencia de población civil. Además, la diversidad de amenazas y la incertidumbre de cuándo y cómo aparecerán, hace aún más complejo el escenario operativo.

Las fuerzas han de enfrentarse a objetivos time critical, con ventanas de vulnerabilidad u oportunidad de enfrentamiento muy pequeñas. Por ello, el reto consiste en cerrar el ciclo de combate, pasar de la detección e identificación a la asignación o enfrentamiento en el menor tiempo posible, de una forma precisa y con un armamento óptimo y proporcional al objetivo.

Estas necesidades operativas motivaron la adquisición por el Ministerio de Defensa de Israel del sistema Fire Weaver para implementarlo en las brigadas de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). El sistema entrará en servicio en 2022, convirtiéndose en el canal a través del que se conectarán los sensores y las armas (sensors and shooters o effectors).

En Israel, el Fire Weaver funcionará junto al sistema de gestión del campo de batalla basado en el TORC2H de Elbit Systems, facilitando así la implementación del Plan de Digitalización del Ejército israelí. Esta adquisición tiene lugar tras una evaluación en 2018 en la que se comparó la efectividad de dos batallones en el mismo escenario, dotados con el mismo equipamiento, uno de ellos con Fire Wea­ver. Este abatió el 90 por ciento de los objetivos antes de que estos estuvieran en posición de utilizar su armamento, mientras el otro solo pudo acabar con el 60 por ciento.

Un sistema preciso

A grandes rasgos, el sistema Fire Weaver actúa como un canal de comunicaciones entre los sensores y los sistemas de armas buscando la respuesta más eficiente a las necesidades de fuego preciso de las tropas desplegadas en zona de operaciones.

Se trata de cerrar el ciclo sensor-to-shooter, teniendo en cuenta todos los requerimientos de fuego generados, las características de los objetivos, las de los sistemas de armas disponibles y mediante un procesamiento, que utiliza algoritmos de inteligencia artificial, se obtiene una asignación precisa y segura del sistema de armas más idóneo para cada amenaza detectada en el campo de batalla. El sistema incorpora información cartográfica preinstalada basada en imágenes (coordenadas de pixeles sobre una base de datos de imágenes además de las coordenadas geográficas) en la que se actualizan datos sobre tropas propias, zonas a evitar, posiciones enemigas o puntos de interés, lo que incrementa la conciencia situacional.

Tiene en cuenta no solo la ubicación precisa de objetivos y sistemas de armas, sino también las reglas de enfrentamiento predefinidas y la posición de las tropas propias para evitar incidentes por fuego amigo, pudiendo gestionar múltiples peticiones simultáneamente de diferentes magnitudes. Sensores y sistemas de armas pueden definir y visualizar de forma precisa el mismo objetivo aunque lo vean desde diferentes ángulos, o con diferentes sistemas de observación y sin la necesidad de decir una sola palabra, en pocos segundos el sistema asigna el blanco inequívocamente al tirador óptimo para ejecutar la misión y calcula el ángulo de ataque idóneo para aumentar la eficacia y reducir daños colaterales.

Este intercambio de información preciso es posible gracias a una tecnología que asocia información geográfica a cada pixel presente en los datos captados por los sensores. El programa asigna coordenadas precisas en un entorno tridimensional y a través de los sistemas de comunicación las transmite a las armas o effectors disponibles, asignando automáticamente el más adecuado en función del tipo de objetivo, su ubicación, las armas disponibles o las reglas de enfrentamiento.

Los terminales tácticos de los mandos o incluso los equipos optrónicos de los sistemas de armas pueden recibir la información precisa del blanco, independientemente de si está fijo, en movimiento o el ángulo en que se ha visto. De esta manera la asignación de objetivos o targeting se automatiza, se realiza en el más corto tiempo disponible (tiempo real), se reduce la carga de trabajo y la posibilidad de incurrir en errores de identificación de objetivos o de interpretación.

Una vez que los objetivos entran en la base de datos, el algoritmo calcula continuamente el sistema de armas más idóneo para realizar el enfrentamiento aunque cambien las condiciones del campo de batalla, reduciendo al máximo la posibilidad de que se produzcan daños colaterales. Además cumple los requerimientos del estándar MIL-STD 882 relativo a la seguridad de sistemas.

Se trata de un sistema de gestión de fuegos en red donde todos los sensores y tiradores están conectados y comparten en tiempo real una conciencia situacional sobre la base de un lenguaje visual común. Sensores y tiradores son elementos de una red de radio, que comparten e intercambian en tiempo real datos y utilizan un mapa modelado en 3D con la misma simbología, emplean­do las coordenadas de cada pixel para garantizar el perfecto posicionamiento visual del blanco en su marco tridimensional sin ninguna dependencia del GPS o de la extracción de las coordenadas geo­gráficas. En los últimos conflictos se ha identificado la falta de fiabilidad de la información o incluso disponibilidad de datos GPS, lo cual puede implicar gravísimos daños colaterales o impedir totalmente la operación.

Quien realiza la petición de fuego utiliza su sensor para detectar y realizar la designación del objetivo. El sistema realiza la identificación y clasificación del blanco y en el mismo acto se comparte toda la información de este en tiempo real por todos los miembros de la red, en los terminales de gestión de fuego. Cada uno de los tiradores dispone en su mira la simbología de realidad aumentada con la posición en coordenadas pixel del blanco. De forma automática, el comandante responsable de la  gestión del fuego de toda la operación, recibe las recomendaciones del sistema sobre el tirador más adecuado para el objetivo, de acuerdo con su posición, línea de visión, estado, armas y protocolos seguridad.

El comandante vuelca las órdenes de asignación de objetivos a los tiradores, estos aceptan la orden y se procede al enfrentamiento en una fracción de segundos en vez de minutos, con la precisión que ofrece la realidad aumentada en los visores de los tiradores. Una vez los objetivos son asignados y concedida la autorización de fuego, el sistema queda disponible para proseguir las maniobras e iniciar un nuevo ciclo.

El sistema Fire Weaver, de ser integrado en las torres de los vehículos DRAGON, multiplicaría la eficacia operativa del sistema de armas en su conjunto y la de las unidades que fueran dotadas con este vehículo. (José Mª Navarro García)

Fotografia: El Demostrador D2 con la torre Toledo 30S (Pap Tecnos)

El sistema Fire Weaver de gestión de objetivos (Rafael)

El lanzador doble de misil Spike LR de la torre Toledo 30S (Pap Tecnos)

El Tirador necesita encontrar el blanco en su campo de visión y desde su ángulo (Pap Tecnos)

Petición de fuego en curso (Pap Tecnos)

Visión del arma. Solicitud de fuego a un carro de combate (Pap Tecnos)


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