El pasado 11 de octubre tuvo lugar la firma del convenio para el desarrollo de una Plataforma Aérea de Investigación (PAI) para uso científico-tecnológico entre el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). El evento, que tuvo lugar en el Ministerio de Defensa, contó con la presencia de la Secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, y la Secretaria Gral. de Innovación, Teresa Riesgo.
Según recoge la información distribuida por el INTA, las áreas de aplicación de esta nueva PAI que tiene previsto adquirir el INTA serán la realización de ensayos en vuelo de equipos y sistemas aeronáuticos, investigación atmosférica, toma de datos de teledetección, pruebas para el desarrollo, adiestramiento y formación de tripulaciones tanto de vuelo como científicas, y calificación de nueva instrumentación científica, entre otras.
La PAI ofrecerá formación avanzada a los futuros investigadores de Ciencias de la Tierra cuyos estudios requieran datos geoespaciales para uso en agricultura, geología, atmósfera, aguas continentales, medio marino, etc. Los datos obtenidos por la plataforma serán únicos y complejos por su formato, variable medida, técnica de medida, etc., y se ofrecerá a los usuarios el soporte necesario para explotarlos e interpretarlos, extrayendo de ellos información útil.
El presupuesto total elegible de este proyecto, que asciende a 27,5 millones de euros, será financiado al 100 % por CDTI, si bien al menos un 80% del mismo correrá con cargo a los Fondos FEDER del Programa Operativo Plurirregional de España (POPE) 20142020.
Resucita el ave Fenyx
Tanto la denominación, como el área de aplicación y hasta el importe de este programa coinciden prácticamente con el anterior proyecto Fenyx del que dimos cuenta por primera vez en 2018, que fue aprobado en el Consejo de Ministros en marzo de 2019 y para el que se postulaba el C295 de Airbus Defence & Space según analizamos en abril de ese año.
Ese mismo mes, en una entrevista, el Teniente General José María Salom, director general del INTA describía al programa como uno de los más importantes para el Instituto, destinado a reemplazar a dos veteranos C212 que entonces estaban ya al final de su vida útil. Adelantaba que sería un avión de mayores dimensiones y capacidad de carga.
Sin embargo finalmente la licitación quedó desierta en julio de 2019 al no cumplir con lo estipulado en los pliegos la única propuesta presentada, por Airbus Defence and Space S.A.U. La compañía licitó para el denominado lote 1 por valor de 26,5 millones de euros referente al aparato, habiendo un lote 2 destinado a las modificaciones a realizar valorado en otros 7,5 millones de euros hasta alcanzar los 34 de la licitación. Entonces se decidió no adjudicar el lote 2 ya que el 1 quedó desierto. (José Mª Navarro García)
Fotografías:
-Uno de los dos C212 con que cuenta el INTA como instalación aérea de pruebas (INTA)
-Logotipo del proyecto Fénix (INTA)
Uno de los dos prototipos del C295 es empleado por Airbus DS para el programa Clean Sky 2 (autor)