La Guardia Civil continúa con la adquisición de dispositivos incapacitantes del tipo Taser 7 con la compra de otras 240 de estas pistolas de la compañía Axon, con sus respectivos accesorios, incluyendo los grabadores de datos.
Si el año pasado (tras varios intentos infructuosos) se adquirieron 150 de estas pistolas por 450.000 euros, ahora se han adquirido 240 con sus respectivos accesorios por 749.406,24 euros, incluyendo impuestos a Telefónica Ingeniería de Seguridad. Se trata de nuevo de modelos Taser 7 de la reputada compañía Axon que venimos analizando hace años en este medio.
Telefónica Ingeniería de Seguridad proporcionará las 240 pistolas con un coste unitario de 2.580,60 euros (sin impuestos), más una importante dotación de accesorios que incluye 1440 cartuchos tácticos para uso en condiciones de aproximación del adversario, otros 1440 cartuchos para uno en entorno próximo al tirador, munición inerte, baterías, bases de carga, cables de conexión, aplicaciones para la gestión de la in formación, fundas, estuches, 240 registradores automáticos de eventos operativos y soportes para sujetar estos a la ropa.
Grabador de datos
Como analizábamos en 2018, el fabricante comercializa una cámara personal de pequeño que se adhiere al pecho del policía y graba en vídeo lo que sucede desde el momento en que se enciende o se desenfunda el Taser. Además dispone de una memoria o pre-buffering que va grabando los instantes previos al encendido del Taser, para demostrar la necesidad de empleo del arma. Esta memoria tiene una duración de 30 segundos aunque puede configurarse para grabar hasta 2 minutos previos.
La grabación está diseñada para no poder ser manipulada por el usuario, asegurándose la cadena de custodia para poder emplear las imágenes y el sonido para demostrar la necesidad del empleo del Taser en casos judiciales o incluso para evitar falsas denuncias contra los agentes por parte de los sospechosos.
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Un Taser para entrenamiento (autor)
Uso gradual de la fuerza
La adjudicación de la Jefatura de Asuntos Económicos de la Guardia Civil tiene un plazo de ejecución de cuatro meses. Como recoge la propia licitación “las pistolas de efectos eléctricos incapacitantes, que integrados dentro del Arco de Intervención Gradual, permitirán graduar el uso de la fuerza y utilizarlo como solución intermedia al arma de fuego para afrontar situaciones de riesgo elevado tanto para los agentes de la Guardia Civil, como para terceras personas”.
“Las pistolas objeto del contrato resultan idóneas tanto por sus características técnicas, como por su capacidad intimidatoria, que hacen a este dispositivo un elemento disuasorio muy importante. Se trata de una herramienta idónea para su uso en lugares de grandes aglomeraciones de personas, donde el uso del arma de fuego resultaría mucho más desaconsejable por los posibles daños colaterales”.
“Los impulsos generados por el dispositivo, interfieren las señales nerviosas que se transmiten al sistema muscular y sensorial para obtener una incapacitación mediante una corriente eléctrica pulsante entre los electrodos durante el tiempo de exposición. Están equipadas además, de un dispositivo que permite documentar gráficamente las intervenciones en las que se ha utilizado, resultando un apoyo muy efectivo para los agentes en posteriores declaraciones, en sedes judiciales”. (José Mª Navarro García)





