España tiene en marcha, y para ello va a invertir unos dos mil millones de euros, la adquisición de grandes sistemas aéreos no tripulados, UAV, que, en principio, estarían destinados a asumir principalmente cometidos de patrulla y vigilancia aérea de zonas de interés.
La llegada de los EUROMALE (European Medium Altitude Long Endurance), también conocidos como Eurodrone, se prevé para 2028. El Ejército del Aire y del Espacio recibiría 4 sistemas que contarían con 12 plataformas aéreas bimotores. La idea es que sirvan para reemplazar a los actuales 4 General Atomics MQ-9 Predator B y potenciar una capacidad, la de reconocimiento a gran altitud y a largas distancias, que se ha descuidado.
Hemos sabido que se están adquiriendo equipos y armas para que los MQ-9 Reaper puedan añadir el potencial ofensivo a la capacidad principal, que es la de obtención de Inteligencia, vigilancia, reconocimiento y adquisición de objetivos (ISTAR, Intelligence, Surveillance, Target Acquisition and Reconnaissance). También que, contra lo que en las fase iniciales del proyecto se contemplaba, que los EUROMALE incluirán al menos dos soportes bajo cada una de sus alas para instalar tanto bombas guiadas como misiles.
En las imágenes adjuntas, tomadas recientemente de una maqueta presentada en una feria del sector aeronáutico, se pueden observar esos soportes con una bomba guiada en uno y con tres misiles en el otro. Es un potencial positivo para que el Ejército del Aire y del Espacio pueda cumplimentar misiones de vigilancia y ofensivas a la vez, una aportación nada desdeñable si se tienen en cuenta hoy las previsibles amenazas del mañana.
España debe apostar desde el primer momento por armar a los SIRTAP y EUROMALE y reforzar su capacidad ofensiva ante diferentes amenazas. (Octavio Díez Cámara)
La llegada de esos nuevos 12 UAV del tipo EUROMALE, que se extenderá hasta principios de la próxima década, va a ser complementada con la obtención de otros 27 algo más pequeños. Serán los SIRTAP (Sistema Remotamente Tripulado de Altas Prestaciones) que se contrataron a finales de 2023 por 595 millones de euros y que están siendo desarrollados de forma que el primero podría llegar a finales de 2025.
Este último será tanto el Ejército de Tierra como el Ejército del Aire y del Espacio. Los cometidos del SIRTAP serían también del tipo ISTAR, aunque con carácter más táctico que el estratégico que se incluye en el EUROMALE.
Por la incorporación de esa amplia flota de UAV sería lógico apostar por incluir en los SIRTAP soportes subalares en los que situar bombas guiadas de pequeño tamaño y minimisiles.
La capacidad ofensiva, cuando ya se ha decidido adquirir una plataforma aérea, es una aportación decisiva y rentable desde el punto de vista económico y también desde el militar pues contribuye a la capacidad de disuasión ante terceros; ser capaces de desarrollar avanzados drones en España, o en colaboración con otras naciones, es una decisión positiva y que estos sistemas aéreos tengan un uso combativo también lo es en un momento histórico en que las amenazas conocidas son muchas y las que se puedan presentar en un futuro también pueden ser variadas y letales. (Octavio Díez Cámara)