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Viernes, 19 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Las novedades del Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática, BAM-IS, para la Armada española

Vista de proa del BAM-IS, tras el bulbo se proa se aprecian los tres propulsores transversales del sistema de posicionamiento dinámico (autor)

El Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para la Armada española será entregado en 2026, estando ya planificado el corte de chapa, acto público pendiente aún de fecha.

En FEINDEF pudimos ver, en el estand de Navantia, una maqueta del “Poseidón” (nombre asignado según el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa del 30 de marzo),  el BAM-IS, con su numeral A21, que presentaba algunos cambios sobre otros modelos presentados con anterioridad.

Recordemos además que las últimas noticias que publicamos se referían al concurso para dotarlo de medios de buceo que había quedado desierto. Según los presupuestos del Ministerio de Defensa aprobados el año pasado, el BAM-IS recibirá 69,8 millones de euros este ejercicio.

Quizá la característica más llamativa que encontramos en la maqueta del BAM-IS no está muy a primera vista, sino bajo el casco. Se trata de los propulsores cicloidales Voith Schneider, un sistema de propulsión que no es desconocido para la Armada española puesto que es empleado por los cazaminas de la clase “Segura”. Se trata de un sistema de propulsión que se caracteriza por su maniobrabilidad, permitiendo al buque cambiar de dirección casi instantáneamente, manteniendo la potencia suministrada al buque.

Este elemento visible de la propulsión es más que probable que esté asociado a una nueva planta eléctrica, pues recordemos que el BAM-IS se anunció dotado de “un sistema de propulsión innovador en corriente continua” cuando en octubre del año pasado se anunció la aprobación de la Revisión Inicial de Diseño (IPDR).

La apuesta por un sistema como este para el BAM-IS se basaría en los sistemas con los que contará, muy demandantes de corriente eléctrica, caso del triple sistema de posicionamiento dinámico (DPS) del que se pueden ver bajo el casco, los propulsores transversales que mantendrán el buque quieto durante sus operaciones.

Otros equipos que demandarán electricidad serán las grúas y los múltiples equipos especializados de buceo y rescate que se estibarán a bordo y que constituyen los principales activos de rescate. Entre estos estarán las dos cámaras hiperbáricas, los sistemas remotamente operados (ROV), los equipos de comunicaciones submarinas o los compresores del equipo de suministro de aire, además del sonar de barrido lateral. También deberá poder operar con el Sistema de Rescate Submarino de la OTAN (NSRS por sus siglas en inglés) basado en un sumergible que debe estar listo en 72 horas.

Inicialmente estaba planteada la instalación de dos PODs azimutales, asociados a cuatro generadores eléctricos, configuración que habría cambiado si se terminan incluyendo los propulsores cicloidales.

Finalmente parece que el parecido con la familia BAM diseñada por Navantia y la Armada se limitará poco más que al nombre, si tenemos en cuenta el desplazamiento (5.000 toneladas, casi el doble), la configuración del sistema de propulsión, la superestructura o la ubicación de la cubierta de vuelo. La eslora es ligeramente inferior (91 metros frente a los 93,9 de los BAM) y su velocidad inferior (15 nudos frente a los 20 de los BAM).

Destaca en el BAM-IS la zona polivalente de popa, donde se estibarán las diferentes configuraciones de equipos especializados en formato modular, aspecto que se aprecia en la maqueta y que pudimos comprobar en persona durante la visita realizada al buque de investigación “Sarmiento de Gamboa” del Consejo Superior de Investigaciones Científicas” (CSIC) en 2018.

Otros detalles menores que se aprecian sobre las ilustraciones conocidas son la antena principal recta en lugar de inclinada o la ausencia de la grúa de tipo “bastidor A” para el despliegue y recuperación del sumergible, que no estaría instalada para la configuración de misión de buceo pero sí para la configuración de rescate. Sí cuenta con una gran grúa de cubierta en el costado de babor en la zona de trabajo, de gran tamaño y de tipo “subsea” típica de buques offshore.

El BAM-IS “Poseidón” sin la grúa tipo bastidor A para el izado y despliegue de sumergibles a popa pero con el sistema de propulsión cicloidal bajo el casco (autor)

El esperado BAM-IS

El 28 de septiembre, quedó aprobada la Revisión Inicial de Diseño (IPDR) del Buque de Intervención Subacuática (BAM-IS) que Navantia construirá para la Armada española. Antes, en noviembre de 2021 se firmó la orden de ejecución

Se iniciaba así un programa de construcción que la Armada puso en marcha en 2017 y que lamentablemente no ha estado listo para acompañar al S-81 “Isaac Peral” durante las pruebas de mar ya que la entada en servicio no se prevé hasta 2024. Esta falta de medios obligará a emplear el “Neptuno” o contratar medios privados durante las pruebas.

En 2020 el Ministerio de Haciendo aprobó una partida de 167 millones de euros para la construcción del BAM-IS, partida a la que hay que sumar otros 20 millones para la compra de equipos específicos de exploración submarina y apoyo al buceo. La construcción de este buque forma parte del Plan Estratégico de Navantia y resultaba clave para la viabilidad del astillero de Puerto Real y de la Bahía de Cádiz en su conjunto.

La llegada de los nuevos submarinos S-80 Plus requiere la adquisición de un buque de última generación de apoyo para operaciones de buceo y para el salvamento y rescate de submarinos. Sustituirá al veterano Buque de Salvamento y Rescate (BSR) “Neptuno” (A-20), único de su clase en la Armada, especializado en intervención subacuática.

Pertenece a la Fuerza de Acción Marítima (FAM) dependiendo orgánicamente del Comandante del Centro de Buceo de la Armada (CBA). Construido como remolcador de altura fue botado en 1975 pero en 1988 entró en servicio en la Armada tras un proceso de transformación en el marco del proyecto BENTICO-200 como “Mar Rojo”. En 1999 cambió su denominación por la de “Neptuno” y en 2010 se modifica el sistema de buceo instalando un nuevo sistema más moderno y portátil.

Características generales

La Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material (DGAM) adjudicó en 2016 a la empresa SEAPLACE el apoyo técnico para la obtención de este buque de intervención subacuática. SEAPLACE se encargó del servicio de apoyo técnico en el estudio de las alternativas de obtención del buque de intervención subacuática de la Armada (BAM-IS).

Esta empresa, con experiencia en el sector de la ingeniería naval, estudió las alternativas de obtención del Buque de Intervención Subacuática de acuerdo con los Requisitos de Estado Mayor (REM) firmados por el entonces Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA) el 9 de julio de 2015 y validados por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD). Posteriormente se publicaron nuevos REM, origen del diseño desarrollado por Navantia.

La plataforma tendrá la estabilidad adecuada para efectuar con seguridad operaciones de salvamento y rescate de submarinos y apoyo a operaciones de buceo. Buena maniobrabilidad para operar en espacios restringidos, velocidad sostenida adecuada, para reducir los períodos de tránsito y dar respuesta rápida a los accidentes de submarinos y otras emergencias, contará con un sistema de posicionamiento dinámico clase 2 del IMO (International Maritime Organization).

Contará con un sistema de posicionamiento hidroacústico submarino para seguimiento y posicionamiento de los buzos, vehículos submarinos y otros objetos sumergidos y fondo con respecto a la plataforma. Dispondrá de instalaciones para apoyo y mantenimiento de equipos y sistemas de buceo, medios adecuados de carga y descarga, orgánicos y modulares para recuperación de objetos y lanzamiento y recogida de vehículos submarinos y sistemas de buceo.

La planta eléctrica tendrá la potencia necesaria y redundante que permita llevar a cabo simultáneamente la navegación segura, el funcionamiento normal del buque y el trabajo de todos los equipos de salvamento, rescate y buceo. Contará con una alta automatización de los sistemas que permita su empleo con seguridad a una dotación reducida. Su sistema de propulsión deberá ser silencioso.

Tendrá una amplia cubierta de trabajo, que permita el despliegue y operación de los sistemas que debe montar el buque. Dispondrá de una cubierta de vuelo que permita la toma, incluso con el Sistema de Rescate de Submarinos embarcado, de un helicóptero medio en condiciones VMC. Tendrá la capacidad para embarcar y operar medios modulares de lucha contra la contaminación por hidrocarburos y capacidad deseable para de almacenamiento y descarga de residuos de hidrocarburos en tanques propios.

La disposición general cambia notablemente aunque la superestructura recuerda vagamente a la de los actuales BAM. Múltiples contenedores en la zona de trabajo. (autor)

Las características operativas se refieren a seis tipos de misiones

En lo que se refiere a salvamento y apoyo al rescate de submarinos, contará con los medios adecuados para la coordinación de operaciones de búsqueda, salvamento y apoyo al rescate de submarinos u otros buques o artefactos hundidos. Sistemas de exploración, búsqueda, detección, localización e identificación, así como para efectuar levantamientos fisiográficos del relieve submarino.

Contará con sistemas para proporcionar capacidad de ventilación, despresurización controlada, monitorización de la atmósfera interna del submarino y reflotamiento de un submarino hundido (Distressed Submarine o DISSUB). Tendrán configuración modular y serán fácilmente desplegables para su empleo en otras plataformas. Deberá poder suministrar provisiones de emergencia (Emergency Life Support Stores o ELSS) a un submarino hundido mediante contenedores estancos cilíndricos (pods) normalizados. Los pods y sus sistemas de transporte serán también desplegables.

En lo que se refiere al rescate de submarinos, el buque estará preparado para ser certificado como buque de Rescate de Submarinos (Mother Ship o MOSHIP) y operar un Sistema de Rescate de Submarinos (NATO Submarine Rescue System o NSRS o Submarine Rescue Diving Recompression System SRDRS).

Para tareas de apoyo a operaciones de buceo, contará con sistemas de buceo automático con aire o mezcla de gases hasta 50 y 120 metros de profundidad respectivamente, sistema para intervención con buzos de hasta 120 metros con mezclas de helio y oxígeno. Estos sistemas serán modulares, y posibilitarán su empleo en otras plataformas si fuera necesario. Por último el buque estará capacitado para embarcar un sistema de buceo de saturación o un sistema ADS (Atmospheric Diving System) ajeno a la Armada.

Para misiones de intervención y rescate en accidentes y naufragios, además de sistemas de detección submarina, el buque deberá estar dotado de dos ROV, preferentemente modulares y desplegables, uno de ellos de observación y el otro de trabajo que le permita realizar intervenciones hasta la profundidad que se defina y con al menos las funcionalidades de brazo de fuerza y de precisión, transporte de pods, herramienta de corte y cizalla, video, sonar y transpondedor de localización y seguimiento. El buque estará equipado con al menos una grúa de gran capacidad que permita la recuperación de objetos sumergidos hasta la máxima profundidad de trabajo de los ROV.

Para misiones de vigilancia y monitorización del Patrimonio Subacuático, el ROV y los equipos de buceo, así como los sistemas de exploración, búsqueda, detección, localización e identificación, permitirán la intervención para trabajos de monitorización, control y protección del patrimonio subacuático.

Por último para tareas de apoyo médico, para sus misiones tanto en salvamento y rescate de submarinos como en el de apoyo a las operaciones de buceo, el buque contará con instalaciones hiperbáricas y medios de sanidad adecuados a la entidad del buque y para tratamiento de los accidentes propios de las actividades de buceo. Instalaciones hiperbáricas y medios de sanidad propios y orgánicos del Sistema Internacional de Rescate adecuados en número y capacidad para la asistencia inicial y el tratamiento hiperbárico progresivo de la dotación de un submarino siniestrado.

En lo que se refiere su logística e inmovilización, tendrá una autonomía que le permita una permanencia continuada en la mar de  25 días sin necesitar reaprovisionamiento, autonomía de gases respirables (helio y oxígeno) para sostener operaciones de buceo de forma autónoma, capacidad de almacenamiento adicional de contenedores de gases para operaciones de mayor duración.

Podrá alojar de 30 1 48 personas de la dotación para el manejo del buque y de sus sistemas orgánicos y entre 12 y 30 personas de transporte para llevar a cabo los cometidos asignados en los diferentes perfiles de misión. Inmovilización después de 10 meses de navegación por un período no superior a 20 meses. Inmovilización programada (PIP) cada tres años por un período no superior a 8 semanas. PIP y varada cada cinco años, deseable seis, por un período no superior a once semanas. (José Mª Navarro García)

 

 

 


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