Navantia ha cosechado múltiples éxitos en Australia, de la mano de su filial Navantia Australia y con la Royal Australian Navy (RAN) como su principal cliente. Sin embargo el próximo éxito puede protagonizarlo de la mano del Ejército de Tierra australiano, que requiere nuevas embarcaciones.
Además de los principales buques construidos para la RAN como los buques anfibios clase Canberra, los destructores clase Hobart o los buques de reabastecimiento clase Supply, la RAN también opera doce lanchas de desembarco LCM-1E diseñadas y construidas por Navantia.
El Ejército de Tierra australiano tiene en nómina veteranas lanchas de desembarco estadounidenses LCM-8 (Landing Craft mechanised) de la década de los sesenta que emplea en operaciones litorales, desplegando medios blindados y que han mostrado su valía en operaciones de ayuda humanitaria.
Hay un programa de adquisición de nuevas lanchas litorales de desembarco con capacidad de navegación litoral y en aguas abiertas con el que se pretende mejorar la capacidad del Ejército de Tierra australiano para desplegar sus medios sobre todo en la zona norte del país y en la región del Pacífico, operando además con independencia de los medios de la RAN.
El Land 8710 Phase 1A contempla la mejora de este tipo de medios del Ejército de Tierra, con la adquisición de hasta 18 nuevas embarcaciones denominadas Littoral Manoeuvre Vessel – Medium (LMV-M) por 800 millones de dólares australianos, cuya entrada en servicio está prevista para 2026.
El Ejército dispone de medios cada vez más grandes y pesados por lo que se han incrementado los requisitos de los nuevos LMV-M que serán un 20 % más grandes que los buques a los que sustituyen, con una capacidad de carga de 80 toneladas (las actuales portan 59) y un alcance de hasta 1.700 millas náuticas (con estado de la mar 1 y carga ligera, 500 millas náuticas con carga máxima y estado de la mar 4).
Navantia Australia se ha aliado con la también australiana UGL formando Landing Craft Australia que ofrece una nueva embarcación de la familia Kodal diseñada íntegramente en Australia y que de ser elegida (la elección está prevista para finales de este año), será fabricada también íntegramente en el país, concretamente en instalaciones del Gobierno de Australia Occidental en Henderson.
La experiencia con las lanchas para la Royal Australian Navy permitirá afrontar el proyecto con reducidos riesgos tecnológicos. Navantia Australia acumula un año de trabajo en este proyecto, habiéndose realizado más de 100 horas de test hidrodinámicos con el diseño en Holanda.
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Combinación de carga formada por cuatro vehículos Bushmaster (Navantia Australia)
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Dos grandes vehículos 8x8 tipo Boxer pueden ser transportados (Navantia Australia)
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La LMV-M puede portar hasta seis vehículos ligeros Hawkei (Navantia Australia)
Características
Las LMV-M estarán construidas en acero, tendrán una eslora de 39 metros, una manga de 10,8 y un calado de 1,4, contarán con cuatro motores diésel y otros tantos waterjets, dispondrán de 142 metros cuadrados para embarque de vehículos y contenedores hasta 80 toneladas.
Dispondrán de una elevada maniobrabilidad al punto de que podrán realizar un giro completo en una distancia equivalente a su eslora (40 metros). A proa contarán con una rampa de dos hojas (4,6 u 8 metros) que permitirá desplegar medios fácilmente en la playa, tendrán una capacidad de navegación autónoma de 10 días sin necesidad de reabastecimiento, con una tripulación de 15 personas y habitabilidad hasta para 42.
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En esta infografía se muestra la rampa desplegada, el techo izado y vehículos Hawkei desembarcando (Navantia Australia)
Podrán producir hasta 8.000 litros de agua fresca en periodos de 8 horas y transportar hasta 8.000 litros. Entre las combinaciones de carga que podrá transportar están cuatro vehículos protegidos tipo Bushmaster o seis Hawkei o dos vehículos blindados de reconocimiento 8x8 Boxer
A diferencia de la mayoría de embarcaciones de su tipo, la zona frontal del casco irá dotada con un techo retráctil que protegerá a la carga del agua proyectada por proa y mejorará la habitabilidad. A popa disponen de una zona polivalente donde se podrán operar lanchas, aeronaves no tripuladas o actuar como zona de reabastecimiento mediante helicópteros (VERTREP). Su diseño también está orientado hacia la baja visibilidad y la ocultación de la carga transportada, de ahí también la inclusión del techo desplegable.
Su diseño estará optimizado para maniobras costeras y fluviales, con una elevada maniobrabilidad y flexibilidad de uso aunque con capacidad para navegar en aguas abiertas cuando sea necesario. Su tamaño compacto frente a otras propuestas permitirá operarlas en puertos civiles con las infraestructuras disponibles.
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Una de las veteranas lanchas LCM-8 que serán sustituidas. El diseño de Navantia Australia ofrece mayor capacidad y más discrección (Ejército de Tierra de Australia)
El mes pasado el Gobierno australiano anunció su intención de adquirir 20 lanzadores de cohetes de artillería HIMARS de Lockheed Martin, un medio que está demostrando su valía en la guerra de Ucrania y que han adquirido gran número de países. Por eso la LMV-M deberá ser capaz de operarlos y desplegarlos durante operaciones litorales o de proyección de fuerza.
Concretamente, cada embarcación podrá transportar 4 lanzadores o combinaciones de varios lanzadores y vehículos de mando o reconocimiento. Con cuatro lanzadores HIMARS tendrá un alcance mínimo de 615 millas náuticas (1.100 km.) a 15 nudos y con estado de la mar 4, manteniendo un 20 % de reserva de combustible. (José Mª Navarro García)
