Después de mantener una misma línea de producto durante más de cuatro décadas, el pasado 20 de octubre se difundió, con la rapidez que los muchos canales de redes sociales y mediáticos actuales permite, una noticia que va a impactar de forma sustancial en el entorno de las pistolas Glock, todo un referente internacional en el entorno militar y policial por la fiabilidad de sus armas semiautomáticas, que incluyen un armazón de polímero y correderas y cañones fabricados en acero inoxidable.
Gaston Glock, un austriaco emprendedor, la diseñó en 1979 y la comenzó a producir, en el modelo G17 del 9x19mm, en 1982. Desde entonces millones de estas pistolas, que con el tiempo han evolucionado para dar lugar a modelos subcompactos, compactos, tácticos y hasta con capacidad de disparar a ráfagas, han sido adaptados también para disparar cartuchos como el .22 Long Rifle, .40 Smith & Wesson, .357 SIG, .45 ACP o 45 GAP.
Por ese dilatado historial, que ha permitido poner a punto numerosos modelos de comprendidos entre el inicial G17 y el más reciente G49, la noticia de que Glock va a reemplazar sus actuales pistolas por un nuevo concepto ha causado sensación y revuelo. La llegada de su futuro concepto, del que hasta ahora sólo se conoce que será designado Glock V, está relacionada con la evolución más diligente que parecen haber seguido sus competidores. En general, se apuesta por un tipo de pistolas con módulo de mecanismos único que permite, adoptando armazones, correderas o cañones de distintos tamaños y calibres, configurarlas a la medida de los potenciales usuarios.
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Más de cuatro décadas de uso continuado y las Glock siguen siendo el referente de pistola con el que se miden las propuestas de otras marcas. (Octavio Díez Cámara)
Seguramente, la futura Glock V no será sólo una pistola e incluirá todo un concepto de semiautomáticas alrededor de una misma solución técnica y tecnológica. Más ergonomía, funcionalidad, posibilidad de acoplar visores y accesorios, modularidad,…, serán sus puntos fuertes. Nada servirá si no consiguen mantener la esencia que ha definido a Glock durante casi cinco décadas: fiabilidad absoluta a prueba de condiciones atmosféricas extremas y exigentes, uso continuado con decenas o cientos de miles de disparos, y un precio atractivo que la ha popularizado en muchísimos países y en los más variados entornos.
La decisión que ahora adopta la firma austriaca Glock, con una importante producción en la estadounidense Smyrna, donde se fabrican buena parte de los conceptos más recientes de sus pistolas, parece que va a ir acompañada de mantener la oferta de algunos modelos recientes, la G43X y la G48.
No obstante, de momento casi nada se ha hecho público, sólo parece estar claro que será el 30 de noviembre cuando la empresa de origen austríaco presente un cambio que hará historia. (Octavio Díez Cámara)
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