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Martes, 7 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Municiones para los carros de combate Leopard 2 del Ejército de Tierra

Los carros Leopardo 2E desplegados en Letonia son activos en ejercicios de tiro con fuego real de sus cañones L55. (Ejército de Tierra)

Las prioridades en lo que a adquisición de municiones se refiere han variado mucho en sólo un par de años, pues los acontecimientos que tienen lugar en Ucrania tras la invasión de Rusia ha hecho que los ejércitos occidentales en general y el Ejército de Tierra español en particular hayan incrementado sus compras de municiones de 120mm para sus carros de combate.

En España, con dos centenares y medio de carros de combate Leopard 2A4 y Leopardo 2E -que serían del tipo 2A5 Plus- principalmente en servicio en unidades de Infantería y Caballería peninsulares y en Ceuta y Melilla, se tenía sólo hace un año un stocks de municiones de 120mm en una situación que, aparentemente y no incidiendo en negativismos, no era la mejor ni la más positiva.

Los recortes económicos sufridos en las inversiones de Defensa en los últimos años habían limitado las compras de nuevas municiones a una cifra mínima, sólo para ir reponiendo aquellos pocos que las tripulaciones gastan cada año en los pequeños cupos que se les dan para prácticas de tiro real como las que se realizan en las instalaciones del Campo de Bollero en el Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) de San Gregorio.

Hace ahora un año, en defensa.com nos hacíamos eco de la insuficiencia de las municiones de 120mm que se tenían en el Ejército de Tierra para hacer frente a carros de combate como el T-72B3, ampliamente usado por Rusia.

Nuevos créditos presupuestarios están permitiendo adquirir municiones en número importante para los carros de combate del Ejército de Tierra. (Ejército de Tierra)

La situación mejora

La situación, para nada óptima, ya la dejaron clara algunos de los ponentes del evento Vehículos de Combate del Ejército de Tierra del siglo XXI organizada por el Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE) en colaboración con el Grupo Edefa en mayo del año pasado. Pocos meses después se autorizó, en el Consejo de Ministros de 27 de diciembre de 2022, que el Ministerio de Defensa pudiese invertir nada menos que 94,1 millones de euros en municiones que incluían las de los carros de combate Leopard y Leopardo.

En 2021 ya se habían comprado a la israelita IMI Systems municiones rompedoras y por 558 disparos se invirtieron 3 millones de euros, licitación a la que hay que sumar otra pública en 2022 para 2.000 proyectiles APFSDS-T anticarro valorados en unos 7 millones más. Si tenemos en cuenta la mitad de esos casi 100 millones antes reseñados, el Ejército de Tierra podría recibir, si no lo ha comenzado a hacer ya -la confidencialidad del hecho debe mantenerse-, varias decenas de miles de proyectiles para sus carros de combate; por cierto, los 6 que están desplegados en Letonia son habituales en prácticas de tiro reales en las que consumen bastante munición.

Sabemos también, porque así lo ha difundido el último número de la revista Ejército, que se han impulsado las compras de municiones y que entre ellas se incluyen -así se confirma- las de los carros de combate. La necesidad es urgente y es bastante probable que se aproveche en ese sentido que la Fábrica de Municiones de Granada es, de momento, la única empresa nacional capaz de fabricar distintos tipos y suministrarla con cierta rapidez; la situación actual exige ser rápidos y decisivos para que el Ejército de Tierra pueda tener municiones suficientes para sus carros de combate. (Octavio Díez Cámara)

 



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