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Sábado, 20 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Necesidad urgente de nuevas municiones para los carros de combate Leopard del Ejército de Tierra

Las capacidades de las municiones que están en servicio para ser disparadas por los cañones de 120 milímetros de los tres centenares de carros de combate Leopardo 2E y Leopard 2A4 en servicio en distintas unidades de Infantería y Caballería del Ejército de Tierra (ET) español han sido objeto de análisis revelando interesantes conclusiones.

Hemos estado leyendo con mucho detenimiento un completísimo artículo que ha sido publicado en el último número del Memorial de Caballería. El teniente coronel Ángel Laborda Rodríguez analiza, de forma concienzuda y pormenorizada en un texto que cubre también otras evaluaciones y conclusiones, las capacidades de las actuales municiones para los cañones de 120 de los carros de combate Leopardo 2E y Leopard 2A4 de Infantería y Caballería del Ejército de Tierra  español.

En su trabajo -“Briefing” antes del contacto: ¡¡¡Cuidado con los T-72B3!!! Una propuesta de modernización del LEO 2E-, que ha podido realizar contando con el apoyo del simulador constructivo Minerva que hace poco se acaba de instalar en el Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) San Gregorio de Zaragoza, se ha contemplado un enfrentamiento simulado entre el carro de combate español Leopardo 2E y el carro de combate soviético T-72B3, actualización esta última que se introdujo en 2013.

La creciente amenaza del carro de combate requiere que se adquieran nuevas municiones para los que tiene en activo el ET. (Octavio Díez Cámara)

Tomando datos de partida como las características generales de ambos modelos, las prestaciones obtenidas de fuentes abiertas en cuanto a la capacidad de penetración de sus municiones o detalles públicos sobre el blindaje que caracteriza a ambos carros de combate -téngase en cuenta que el del Ejército de Tierra pesa 62,5 toneladas y su oponente ficticio unas 44,5- se han extraído unas interesantes y reveladoras conclusiones.

Estas últimas dejan claras ciertas debilidades del que se usa en España, modelo que pese a que se han mejorado en aspectos como un soporte para la barra de remolque en el lateral o un plato sobredimensionado sobre las ruedas tractoras, carece de sistemas de protección activa tipo hard kill y soft kill que ayudarían a reducir su vulnerabilidad.

El análisis del teniente coronel Laborda comenta la insuficiente capacidad de penetración de las municiones del Leopardo 2E tomando en cuenta aspectos como la combinación del cañón L55 de 120mm y de sus municiones, lo que permite una determinada velocidad del proyectil en boca y un alcance efectivo concreto.

Define, partiendo de datos abiertos sobre las prestaciones de los proyectiles de alta capacidad de perforación APFSDS-T (Armour Piercing Fin-Stabilised Discarding Sabot) DM53 y de los de alto explosivo HEAT (High Explosive Anti Tank) DM12, que respectivamente obtendrían un potencial genérico que les habilita para respectivamente penetrar blindajes de unos 700 y 600 milímetros a dos mil metros del punto de disparo, siempre que el objetivo no disponga de blindaje reactivo o lanzadores con los que interceptar los proyectiles que se le aproximen en vuelo.

Adquirir nuevas municiones para los Leopardo no es costoso y si especialmente rentable. (Octavio Díez Cámara)

Por ello, el carro de combate Leopard 2E, como le sucedería al modelo 2A4 más antiguo, tendría como debilidad el uso de unas municiones que datan de los años 90 del siglo pasado. Presentan, frente a proyectiles más modernos de 120mm, una capacidad de penetración que hoy podría ser insuficiente.

El problema, conocido y determinante en un hipotético enfrentamiento, tiene una solución clara y sencilla. Adquirir nuevos modelos de municiones más modernas que tengan unas prestaciones más avanzadas y acordes con los distintos tipos de amenazas que pueden surgir con aquellos posibles adversarios que se dotan cada vez con modelos de carros de combate más modernos y protegidos.

Complementariamente, en su estudio plantea lo positivo que podría ser adquirir algún misil contracarro -el israelí LAHAT podría ser una opción- que pudiese ser disparado desde el cañón L55, mejora que también podría contemplar la instalación de algún tipo de lanzador específico en algún punto de la torre; un puesto de tiro ligero podría integrarse en la parte superior como solución de compromiso, aunque lo mejor sería un lanzador manejado por la tripulación sin abandonar la protección de la torre y de la barcaza. (Octavio Díez Cámara)

Fotografía portada: Los proyectiles APFSDS-T que se usan en los carros de combate Leopard y Leopardo del Ejército de Tierra requieren de una necesaria renovación. (Octavio Díez Cámara)

 

 


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