Nuevos tiempos y nuevos tipos de conflictos han hecho que muchos ejércitos occidentales, entre ellos el Ejército de Tierra español, se planteen cambios en sus equipamientos para hacer frente a futuras amenazas, una transformación en la que distintos tipos de sistemas autónomos van a tener suma importancia. Entre ellos se encuentran las ahora en boga municiones merodeadoras.
Los también conocidos como loitering son sistemas aéreos optimizados para volar en un área determinada o hacia una zona concreta, rastrear un objetivo determinado o uno de oportunidad, y dirigirse precisamente contra él para hacer detonar su carga explosiva y por la propia energía cinética del impacto causar graves daños donde impacten.
El uso de los RPAS en el Ejército de Tierra es una realidad y pronto lo van a ser también las municiones merodeadoras. (Octavio Díez Cámara)
Su uso, de forma más o menos elaborada, se ha generalizado en Ucrania. Desde los órganos oficiales del Ejército de Tierra se informa que “se iniciarán los estudios para la posible adquisición de municiones merodeadoras”.
A día de hoy, sabemos que el propio Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC) en los informes escritos que genera ya ha publicado varias noticias en relación con el uso de municiones merodeadoras, sus efectos y capacidades, lo que deja claro que hay militares del Ejército de Tierra evaluando desde hace años el concepto que se oferta desde el entorno industrial.
Compra inmediata
Los efectos que las municiones merodeadoras pueden tener en los sistemas de armas del adversario son especialmente letales y muy rentables si tenemos en cuenta que, generalmente, su coste es bajo y el de aquellos equipos que atacan sustancialmente más elevado. Además, al tratarse de una amenaza novedosa no se han desarrollado aún sistemas con los que contrarrestarla eficientemente, lo que hace que las armas merodeadoras sean aún más eficaces.
Muchas empresas españolas fabrican drones que podrían ser fácilmente transformados para operar como sistemas de armas siguiendo el concepto de las municiones merodeadoras. (Octavio Díez Cámara)
A lo señalado sobre el MADOC, seguramente se están añadiendo otros esfuerzos desde el Ejército de Tierra para valorar qué sistema puede ser más eficaz para realizar una primera compra. Sabemos que hay varias empresas españolas realizando prototipos de sistemas armas basados en municiones merodeadoras y que alguno de ellos se ha presentado al Ministerio de Defensa en actos en los que había militares del Ejército de Tierra; el sistema autónomo Q-SLAM-40 de Arquimea fue objeto de un contrato de validación que parece ser se llevó a cabo el año pasado.
Sería óptimo, si lo que se está desarrollando en España cumple con los requisitos técnicos y operativos que se hayan definido desde el Ejército de Tierra, impulsar una primera compra que sirva para toma de contacto y como fase previa a futuras. Seguro que hay unidades específicas, como el Mando de Operaciones Especiales (MOE) a los que algún diseño compacto de municiones merodeadoras les da nuevas capacidades. En la Brigada “Rey Alfonso XIII” de La Legión seguro que contemplan las municiones merodeadoras dentro del concepto de Brigada 2035 que están experimentando para el Ejército de Tierra. (Octavio Díez Cámara)
