La mejor predisposición de fondos para actuar en distintas áreas de potenciación de equipos para los próximos años, como derivación del incremento de la amenaza internacional, van a incidir en que se actúe diligentemente para dotar a los sistemas aéreos controlados a distancia Predator B con armamento.
El Ejército del Aire y del Espacio español tiene como objetivo, y de ello se hace eco en el último número de la Revista Aeronáutica y Astronáutica cuando hablan de una mirada al año 2023 en referencia con lo que ha sido el devenir del año 2022, actuaciones diligentes y positivas que van a afectar a los UAS (Unmanned Aerial System) que tiene en servicio.
Oficialmente, se informa de que se ha estudiado y definido ya lo que se requiere para mejorar las capacidades de futuro de los Predator B que internamente reciben la designación de NR05.
Ahora sólo quedan iniciar las gestiones que permitan dotar al Predator B de distintos sistemas de armas, un paso lógico e intermedio con otros que afectan a los SIRTAP (Sistema Remotamente Tripulado de Altas Prestaciones) y EURODRONE que llegarán también al Ejército del Aire y del Espacio durante esa década. Si los datos difundidos son precisos, en 2023 se plantea dar un impulso a la llegada de los equipos que sean necesarios para incorporar armamento a los Predator B españoles.
Cuando llegaron a España los Predator B ya se distribuyó, como premonición a futuro, esta imagen de uno estadounidense con soportes subalares. (Ejército del Aire y del Espacio)
Necesidad clara
Cuando llegaron los Predator B a España, a finales de 2019, se planteó oficialmente que iban a focalizar su labor en cometidos relacionados con el ámbito ISTAR (Intelligence Surveillance Target Adquisition and Reconnaissance) de vigilancia y obtención de Información, descartándose su uso como plataforma de lanzamiento de distintos sistemas de armamento.
Las cuatro aeronaves de que se dispone son un vector idóneo para esta última labor. Por ese motivo, el Ejército del Aire y del Espacio va a avanzar hacia su incorporación próxima, por lo que es probable que en pocos meses se concrete la decisión para llegar a obtener la capacidad. Se adquirirían elementos como soportes subalares para los Predator B, sistemas con los que planear las misiones específicas de ataque y aquel armamento que fuese óptimo para el cometido pretendido, desde misiles a bombas de pequeño tamaño; es bastante probable que se opte por integrar algunas de las existentes, labor en la que el CLAEX sería vital, o por hacer un esfuerzo para que algunos proyectos de la industria nacional cuajen en esa voluntad gubernamental.
Entretanto se concrete esa decisión, decir que los NR05 Predator B españoles han alcanzado ya su Capacidad Operativa Inicial (IOC, Initial Operational Capability) tras su despliegue al Aeródromo de Lanzarote para participar en el ejercicio Sirio de 2022. Se ha iniciado a trabajar en un posible despliegue de los Predator B a Yibuti donde se mantiene desde hace años un destacamento del Ejército del Aire y del Espacio dentro de la Operación Atalanta.
El uso de UAS aéreos ha demostrado ser vital en la resolución de los últimos conflictos. Pueden ser, como sucederá cuando los Predator B españoles reciban armamento -como ya han hecho por ejemplo en Francia-, vectores precisos para determinados cometidos y un apoyo imprescindible, junto a los cazabombarderos clásicos, para ejercer el control de espacios terrestres de interés. (Octavio Díez Cámara)
