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Jueves, 25 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Las claves del primer despliegue de los Predator B españoles en Canarias

El próximo mes de septiembre el Ejército del Aire y del Espacio desplegará por primera vez sus sistemas de aeronaves remotamente pilotadas General Atomics MQ-9 Predator B fuera de su habitual base  de Talavera la Real (Badajoz), lo hará la islas Canarias, en Lanzarote.

 

Este primer despliegue del sistema aéreo remotamente pilotado o Remotely Piloted Aircraft Systems (RPAS) MQ-9 es para participar en principio en el ejercicio Sirio 22, que este año se desarrollará en Canarias, que anualmente planifica y ejecuta la institución española.

Entre los años 2019 y 2020, el 233 Escuadrón del Ala 23, que tiene sede en Talavera la Real (Badajoz), recibió los cuatro aviones MQ-9 Predator B, junto con tres estaciones de control en tierra o Ground Control Station (CGS), antenas de lanzamiento/recuperación o Ground Data Terminal (GDT), y una satelital,  material con el que la unidad ha ido desarrollando  su capacidad de efectuar  inteligencia, vigilancia y reconocimiento o  Intelligence, Surveillance and Reconnaissance (ISR).

Primer plano de uno de los MQ-9 del Ala 23. (foto Julio Maíz)

Primer plano de uno de los MQ-9 del Ala 23. (foto Julio Maíz)

El Ala 23, en fase final de obtener su capacidad operativa inicial o Initial Operational Capability  (IOC) con este RPAS norteamericano o NR.5 según designación militar española,  tiene como uno de sus principales objetivos en 2022 realizar un primer despliegue fuera de su instalación extremeña.   Así, según acaba de publicar el Ministerio de Defensa en sus redes sociales, este sistema se desplegará en el aeródromo militar de Lanzarote en septiembre, para participar en el principal ejercicio de  adiestramiento avanzado del año, el Sirio 22, que implica  a todas las unidades de aviones de caza y ataque del Ejército del Aire y del Espacio, bajo la dirección de su Mando Aéreo de Combate (MACOM).                             

Normalmente todos los meses de octubre, el MACOM ponía en marcha en Canarias el ejercicio Ocean Sky, siempre con participación internacional, aunque este año se ha decidido no efectuar dicho supuesto táctico de defensa aérea, y sustituirlo por el similar Sirio 22, en el que, al menos de momento, no se cuenta con noticias de la presencia de unidades foráneas.

Aunque este ejercicio es una buena ocasión para trasladar este RPAS en Canarias,  la principal razón es desplegar y empezar a utilizar el sistema, desde la citada instalación insular española, que ya desde la pasada década  se decidió que fuese su base secundaria de operaciones de los MQ-9 del Ejército del Aire y del Espacio. La principal razón de esta decisión,  es que estamos ante la más oriental de las islas del archipiélago canario y por tanto la más cercana a la parte continental africana, en su momento ya se barajó la posibilidad de dar capacidad ISR a las fuerzas españolas en el Sahel, en especial en Malí.

Así, en otoño el Ala 23 trasladará, muy probablemente a bordo de transportes Airbus Defense & Space (DS) A400M del Ala 31, alguno de los aviones MQ-9, y dos GCS, con éstas se controlaran los aviones que despeguen tanto desde el aeródromo canario, como desde la misma Talavera la Real. Igualmente en Lanzarote se desplegaran dos antenas o Ground Data Terminal (GDT), fundamentales para la fase de despegue y aterrizaje.

La otra gran clave de ese despliegue es la preparación del aeródromo militar de Lanzarote, que se lleva realizando desde 2017, que ha costado en primer lugar de la adaptación de los hangares de la base para alojar y mantener los MQ-9. También, mediante un contrato licitado en el citado año, se realizaron obras para de instalación de nuevas líneas eléctricas de mayor potencia y un cableado de fibra óptica,  además de una  serie de obras para poder conectar mediante cableado los hangares con las GDT, para las cuales también se han construidos  plataformas para instalarlas y vías de llegada a los emplazamientos. (Julio Maíz Sanz)


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