Estamos ante una más de las múltiples actividades de formación/instrucción que realiza anualmente la BRILEG, continuamente adaptándose a los rápidos cambios tecnológicos y de doctrina que exigen los conflictos actuales. Además de ser la unidad experimental de referencia del Centro de Fuerza Futura 2035 de la División de Planes del Estado Mayor del Ejército de Tierra, lleva desde 2016 organizando las Jornadas de “Combate en Desierto”, que lidera en concreto la 7ª Compañía de la VIII Bandera “Colón” de la BRILEG.
La Legión se fundó en Ceuta en enero de 1920, por iniciativa del entonces teniente coronel José Millán-Astray, desempeñando toda su acción inicial en el curso de la larga y dura Guerra del Rif, trayectoria que luego continuó en el Sahara Español, la isla de Fuerteventura o misiones como las de Irak, con lo que cuenta con una larga experiencia en combate en desierto.
Así, en el año 2016, la Fuerza Terrestre (FUTER) del Ejército de Tierra quiso aprovechar dicha capacidad poniendo en marcha las Jornadas de “Combate en Desierto”, que este año celebran su 9ª edición con la misión de trasmitirla a sus otras unidades. El personal de la 7ª Compañía aportó los 15 instructores del curso y se contó con el apoyo de otros integrantes y medios de BRILEG. Además, se contó como escenario, con el excelente Campo de Maniobras y Tiro, anexó a la Base “Álvarez de Sotomayor” en Viator (Almería) de la Legión, que se sitúa en pleno desierto de Tabernas, y otros parajes como las cercanas costas del Cabo de Gata.
Durante estos años, además de las unidades del Ejército de Tierra adscritas a la FUTER, a las Jornadas se han ido sumando profesionales dependientes del MCANA (Mando de Canarias) del ET y de la Armada Española (en concreto de su Infantería de Marina), el Ejército del Aire y del Espacio, la Guardia Real, la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Para saber más de esta 9ª edición de las Jornadas de “Combate en Desierto”, defensa.com ha viajado a Viator, donde el capitán de Infantería Javier Saiz García, al frente de la 7ª Compañía de la VIII Bandera “Colón”, nos explica: “En la actual edición han participado unos 30 profesionales, incluidos varios paracaidistas del Ejército italiano, en concreto de la Brigata paracadutisti "Folgore" que, junto al resto de participantes del Ejército de Tierra, han actualizado los procedimientos y han experimentaron la adaptación fisiológica al entorno desértico, incluida una extrema fase final en la que se experimenta la dura experiencia de la soledad en un ambiente tan hostil como éste. Los participantes son profesionales veteranos, que van de oficiales a suboficiales pasando por miembros de tropa que lideran pelotones. La idea es la de poner en marcha la modalidad de “formación de formadores”, que permite que los participantes repliquen estos conocimientos en sus unidades”.
Tres fases de actividad
Respecto a la actividad en la semana que ha durado la 9ª edición, el capitán Saiz nos detalla: “La actividad se ha dividido en tres fases: la primera se ha centrado en teoría y prácticas de supervivencia y movimientos en el desierto. Respecto a la segunda, se ha centrado en cómo afecta el duro clima a los medios técnicos, como son los sistemas de trasmisiones y comunicaciones, y la posibilidad de quedar aislados ante sus fallos, cómo repercute el calor en los medios de observación, como drones o UAS (Unmanned Aircraft System) y como son los ópticos que sufren efectos como la reverberación, o cómo dificulta el uso de los más evolucionados optrónicos. También en este periodo se ha puesto en práctica como afecta el escenario a los tiradores de precisión, y qué efectos produce el cálido ambiente, en los referenciado a las miras ópticas, al recorrido del proyectil, y la posibilidad de que el polvo pueda delatar la posición del tirador”.
Esas fases culminan con la tercera, en la que se puso en marcha todo lo aprendido, mediante la ejecución de un supuesto táctico que culmina con la toma de un aeródromo, pieza básica para recibir suministros, y más en una zona desértica.
Durante el supuesto final, “alumnos” e instructores efectuaron una larga patrulla a bordo de los 4x4 VAMTAC ST5 de la VIII Bandera, realizando diversas prácticas con modernas tecnologías, como los pequeños UAS como elemento de captación de ISR inmediata, siendo el ejemplo la inspección de una pequeña localidad.
Como es normal en estos ejercicios, el grado de dificultad va aumentando, obligando a los participantes, desprovistos de sus equipos y armamentos, a llegar a una zona de extracción, en las cercanías de la costa del Cabo de Gata, donde fueron evacuados por las lanchas semirrígidas del Batallón de Zapadores II de la BRILEG. Este duro fin de práctica obligó a los integrantes del curso a recorrer los cañones de Tabernas durante toda la noche, superando con éxito prueba.







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