Durante una semana de intensa actividad, se han probado en un entorno táctico realista sistemas aéreos y terrestres no tripulados (UAS y UGV), capacidades de lucha contra drones (C-UAS) y municiones merodeadoras, con el objetivo de extraer lecciones sobre su utilidad operativa y su integración en operaciones militares. Esta iniciativa no solo tiene relevancia tecnológica, sino que supone una declaración clara de intenciones: el Ejército de Tierra se está preparando para afrontar los retos de la guerra moderna.
Los objetivos que se pretenden con esta demostración dinámica han sido:
- Cambio cultural: “El primer contacto con el enemigo será un robot”
Una de las principales ideas fuerza de esta demostración es el cambio cultural que implica para las fuerzas terrestres. En el nuevo paradigma de los conflictos armados, el primer contacto con el enemigo no lo realizará una patrulla humana, sino un dron, un robot terrestre o una munición inteligente. Esta realidad, cada vez más cercana, obliga a replantear el modo de pensar, entrenar y combatir.
2. Innovación con la industria nacional: probar, aprender y mejorar
Esta demostración se apoya en un modelo de colaboración real con empresas nacionales, lo que permite experimentar conceptos de empleo directamente sobre el terreno. Las tecnologías empleadas no son prototipos de laboratorio, sino soluciones reales aportadas por empresas españolas como Zelenza, Alisys - UAS Work, Sener-Einsa, Escribano, RSI Europa junto a Plus Ultra, ORQA de la mano de Paukner, Asedios, Arquimea y GMV.
Gracias a esta colaboración, el Ejército puede identificar qué capacidades están listas para ser empleadas, cuáles necesitan mejora y qué vacíos deben cubrirse.
3. Compromiso con la sociedad: un Ejército moderno y preparado
La demostración no solo tiene valor técnico y doctrinal. En un entorno geopolítico cada vez más complejo, donde los conflictos modernos han acelerado la adopción de nuevas tecnologías, el Ejército de Tierra quiere enviar un mensaje claro: estamos evolucionando rápidamente. Este proceso de transformación incluye la integración real de inteligencia artificial, robótica, sensores inteligentes y sistemas autónomos. Esta apuesta firme por la innovación garantiza que nuestras Fuerzas Armadas mantendrán su operatividad, eficacia y relevancia en los escenarios de combate del siglo XXI.






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