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Sábado, 13 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

Después de Wagner: El vacío de seguridad se expande en el Sahel a pesar del creciente dominio ruso

Guardia Nacional de Malí (GNM)
La región del Sahel, y concretamente Mali, está experimentando una peligrosa escalada de seguridad que define una nueva fase del complejo conflicto en la zona. En un desarrollo notable, el "Frente de Liberación de Azawad" (FLA), la entidad político-militar formada por los principales grupos separatistas tuareg activos en el norte de Mali, anunciaba recientemente que había logrado impactar "con precisión" contra un avión de combate maliense, afirmando que la aeronave transportaba pilotos rusos. El aparato se vio obligada a regresar a su base antes de estrellarse.

Esto ocurría solo un día después de que el Frente anunciara la destrucción de 21 vehículos militares, incluyendo transportes blindados de personal, durante una emboscada a un convoy del ejército maliense utilizando drones suicidas (FPV). No son meras operaciones tácticas aisladas, sino un claro indicador de la profunda transformación en el panorama geopolítico y de seguridad, que coincide con el cambio de estrategia de Rusia en la región.

El nuevo Cuerpo Africano ruso

El anuncio de la retirada del Grupo Wagner de Mali el pasado 6 de junio no fue el fin de la presencia rusa, sino el comienzo de su nueva forma, más oficial. Las fuerzas mercenarias han sido reemplazadas por el "Cuerpo Africano", una entidad que depende directamente del Ministerio de Defensa ruso. Esta transformación, impulsada por factores internos rusos como la rebelión y muerte de Yevgeny Prigozhin, así como por presiones diplomáticas externas, especialmente de Argelia, traslada las operaciones rusas de la sombra a la luz.

Si bien el Kremlin ha ganado un mayor control directo, ha perdido la carta de la "negación plausible" que le proporcionaba la naturaleza de Wagner como empresa privada. Ahora, cualquier fracaso o violación de derechos humanos se atribuye directamente al Estado ruso.

Esta reestructuración rusa coincide con un deterioro de seguridad alarmante sobre el terreno. El grupo "Jama'at Nusrat al-Islam wal-Muslimin" (JNIM), afiliado a Al-Qaeda, ha lanzado una serie de ataques a gran escala desde mayo de 2025, lo que la convierte en uno de los períodos más sangrientos para las fuerzas de seguridad en la región.

Los ataques a bases estratégicas en Tombuctú y Boulikessi, que resultaron en la muerte de decenas de soldados malienses, demuestran cómo los grupos armados explotan el vacío operativo creado por la transición rusa. La afirmación de Wagner de haber "cumplido la misión" al retirarse ahora parece vacía, ya que el gobierno maliense sigue perdiendo el control de su territorio.

El desarrollo más preocupante, sin embargo, es la aparición de una nueva dimensión tecnológica en el conflicto. El uso de drones suicidas FPV por parte del "Frente de Liberación de Azawad" y los grupos yihadistas está cambiando las reglas del juego. Estos sistemas de bajo costo, fácilmente disponibles y de alta precisión otorgan a los actores no estatales capacidades aéreas letales. Son una "fuerza aérea de bajo presupuesto", capaz de destruir vehículos blindados y neutralizar tropas a un costo mínimo, lo que representa un desafío formidable para las fuerzas malienses y sus aliados rusos en un entorno operativo ya de por sí difícil.

Implicaciones para Europa

Esta escalada tiene implicaciones directas para la seguridad de Europa. En primer lugar, el colapso de la situación de seguridad en el Sahel amenaza con avivar nuevas oleadas de migración irregular hacia el norte, ya que la violencia y la inestabilidad obligan a las poblaciones locales a huir.

En segundo lugar, la transformación del Sahel en una zona sin control estatal proporciona un refugio seguro para organizaciones terroristas transnacionales, lo que aumenta el riesgo de que planifiquen y ejecuten ataques dirigidos a intereses europeos o incluso al propio territorio europeo.

Finalmente, la consolidación de la influencia oficial de Rusia en el flanco sur de Europa representa un desafío geopolítico directo, ya que Moscú busca llenar el vacío dejado por la retirada de las fuerzas occidentales y competir con la influencia europea en una región de vital importancia estratégica. Sin embargo, la capacidad de Rusia para lograr la estabilidad parece ahora más dudosa que nunca, y el fracaso no solo socavará su credibilidad, sino que dejará a Europa lidiando directamente con las repercusiones de la inestabilidad en sus propias puertas. (Alex Riberio)

 

 

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

2 comentarios

  1. Diario El Minuto | 25/06/2025 14:55h. Avisar al moderador
    Hbalemos claro, la expansión del terrorismo se debe a su agenda criminal, vinculada con el tráfico de drogas, armas, personas. Malí es un estado endeble desde hace tiempo. La UE que va hacer..nada...como siempre...ya estuvo en el terreno y fracasó. Francia sostuvo corruptos, dictadores de todo tipo...y la imagen de Occidente se fue al diablo.    
  2. WAYNE | 24/06/2025 09:31h. Avisar al moderador
    Los rusos no van a proporcionar seguridad. Van a robar y a mantener dictaduras aliados. El día menos pensado los veremos en Madrid   

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