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Martes, 19 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El Submarino S-80, listo para emplear Harpoon, podrá usar Tomahawk

El avance del programa de submarinos S-80 para la Armada española resulta significativo en las últimas fechas del año pasado puesto que tras el cierre del casco resistente del primer submarino, el S-81 “Isaac Peral” al que asistimos el pasado día 18 de diciembre, se suma el anuncio de la no realización de la carena prevista al S-73 “Mistral”.

De esta manera, el primer submarino de la nueva serie será botado a comienzos del año que viene y entregado a la Armada en septiembre de 2022. Además, el próximo mes de febrero sabremos qué empresa es la encargada de suministrar el reformador de bioetanol, componente clave en el sistema de propulsión independiente del aire (AIP) para esta familia de sumergibles.

Durante la visita que realizamos a Navantia con motivo del cierre del casco resistente, el Director del Astillero de Cartagena y responsable del programa S-80, Agustín Álvarez Blanco, nos confirmó que los nuevos submarinos estarán listos para emplear el misil antibuque con capacidad de ataque a tierra Harpoon y contarán con las preinstalaciones necesarias para incorporar el misil de crucero Tomahawk si la Armada y el Gobierno decidieran finalmente incorporar esta importante capacidad de ataque a tierra con la que iban a ser equipados en origen.

Se trata por tanto de los primeros submarinos de la Armada española que contarán con capacidad de ataque a tierra ya que el misil antibuque UGM-84G SubHarpoon Block II tiene capacidad de ataque a tierra secundaria más allá de su capacidad principal de ataque contra buques de superficie. Se puede dar cumplimiento así a uno de los roles principales del submarino como es la proyección del poder naval sobre tierra, con un claro componente también de disuasión. El UGM-84 puede ser lanzado en inmersión desde los tubos lanzatorpedos de 533 mm. del submarino, para ello están encapsulados en un contenedor con un impulsor cohete de combustible sólido. Con un alcance estimado superior a las 150 millas náuticas, está dotado de una cabeza de guerra de 220 kg de alto explosivo, tiene guiado Over The Horizon y sistema de navegación inercial y GPS.

Dotar del misil de crucero Tomahawk es una vieja pretensión de la Armada española que quería disponer de ellos en las fragatas F-100 y en los submarinos S-80. Se trata de un misil de crucero de largo alcance (más de 2.200 km.), de vuelo subsónico, con capacidad todotiempo y sistema de guiado preciso que incluye correlación de imágenes. Su alcance y 545 kg. de explosivo en su cabeza de combate suponen una herramienta de disuasión impresionante. La versión seleccionada por la Armada sería el RGM/UGM-109E Tomahawk Land Attack Missile (TLAM Bloque IV), una versión mejorada del TLAM-C que permite la reprogramación en vuelo de uno de los 16 objetivos preasignados.

La Armada contó con la voluntad política y el beneplácito del Gobierno cuando el ministro de Defensa José Bono negoció la adquisición de estos misiles en 2005 con el Departamento de Defensa estadounidense, sin embargo la ministra Chacón decidió no seguir adelante con la compra en 2009. En cualquier caso, además de las debidas preinstalaciones y modificaciones en el sistema de combate del submarino, la Armada debería contar la aprobación del Pentágono para su uso, lo que presupone que solo sería empleado en misiones en las que se operara dentro de una coalición. Además el alto coste, en torno al millón de euros por misil, son un freno importante dadas las limitaciones presupuestarias a las que se enfrenta la Armada y el Ministerio de Defensa en general.

Los otros sistemas de armas como son los torpedos DM2 A4 y las minas MINEA de la compañía española SAES pueden ser empleados en otras tareas como la guerra antisubmarina y antisuperficie, el minado y la protección de unidades de superficie. El hecho de contar además de con torpedos con misiles antibuque supondrá un nuevo reto para la Armada en términos de nueva doctrina puesto que se abren nuevas posibilidades de empleo de cada uno de los sistemas de armas según la situación lo requiera o recomiende.

El DM2 A4 es un torpedo filoguiado que emplea fibra óptica y guiado pasivo o pasivo/activo acto para su uso contra blancos de superficie o submarinos y que está dotado de una cabeza de combate de 225 kg. de peso de alto explosivo. Por su parte la mina MINEA es una mina de fondo de diseño cilíndrico para su uso mediante los tubos lanzatorpedos, con una carga de 600 kg. y que puede ser activada por influencia acústica, magnética, de presión o eléctrica. (José Mª Navarro García)

Fotografía: Los seis tubos lanzatorpedos de proa del S-81 (autor)

Un UGM-109 emerge del mar (Boeing)

Un Tactical Tomahawk Block IV (US Navy)

Esta imagen elevada permite apreciar mejor los seis tubos con que cuenta el S-81 (autor)

Minas MINEA (SAES)


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