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Martes, 14 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Sin noticias del motor para el carro de combate turco Altay

De pocos culebrones se están escribiendo tantos episodios en lo que a industria de defensa se refiere como el del carro de combate turco Altay y en concreto la búsqueda de una motorización con un panorama internacional cada vez más convulso para Turquía.

El último repaso que publicamos tenía lugar en marzo con la confirmación de las negociaciones entre empresas surcoreanas y turcas para formalizar un acuerdo de colaboración que permita dotar al Altay de un motor y una transmisión de diseño surcoreano y desarrollar un programa de industrialización de dichos componentes en Turquía que analizamos entonces, mientras a largo plazo se desarrolla una opción nacional.

Por entonces parecía próximo el acuerdo entre la compañía turca BMC, responsable de la fabricación del Altay y las surcoreanas Doosan y S&T Dynamics. Sin embargo en breve comenzará el último mes de 2021 y no hay noticias de dicho acuerdo.

El hito más reciente lo tenemos la visita del ministro de Asuntos Exteriores turco Mevlüt Çavuşoğlu a Corea del sur a finales del pasado mes de octubre donde entre otras cosas se formalizó un acurdo con el responsable de la Administración de Programas de Adquisición de Defensa (Defense Acquisition Program Administration o DAPA) de Corea del Sur, Kang Eun-ho.

En la reunión del pasado 22 de octubre se puso de manifiesto la importancia de Corea del Sur como aliado de Turquía en industria de defensa y se firmó el acuerdo de aprobación de la venta del power pack para el carro de combate Altay, un “acuerdo de importancia para el programa Altay” según refleja el ministerio de Asuntos Exteriores turco.

Sin embargo según medios turcos, este acuerdo supondría no el establecimiento de una estructura de transferencia tecnológica de empresas surcoreanas a otras turcas para el desarrollo del motor y su transmisión en Turquía, sino un acuerdo puro de compra-venta con asistencia en el país de destino.

Independientemente de los repetidos acuerdos con tecnólogos internacionales que no han llegado a buen puerto, según hemos venido analizando, en esta ocasión otro factor podría estar condicionando la forma en que los dos países colaboran. Y es que Corea del Sur podría temer que la transferencia de tecnología a Turquía le perjudicara frente a Estados Unidos, país que recordemos expulsó a Turquía del Joint Strike Fighter (JSF) después de que adquirieran el sistema de defensa ruso S-400. (José Mª Navarro García)

Fotografía: El carro de combate turco Altay (SSB)

Firma del acuerdo de venta del powerpack (Ministerio de Asuntos Exteriores Turco)


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