Los buldócer Caterpillar D9 blindados, apodados con ironía en hebreo Doobi (osito de peluche), son uno de los elementos fundamentales del actual avance de las Fuerzas de Defensa de Israel en la franja de Gaza contra los terroristas de Hamas.
Sí en la guerra en Ucrania la artillería pesada se ha revelado como uno de los elementos clave de las operaciones, en la acción de las Fuerzas de Defensa de Israel o Israel Defence Forces (IDF) en la franja de Gaza los zapadores y sus medios, como los buldócer D9, se están convirtiendo en uno de los elementos fundamentales.
Estamos ante una operación que se caracteriza por el lento pero constante avance israelí en el norte de la franja de Gaza, incluida su capital, en un entorno de guerra urbana o Close Quarters Battle (CQB), que incluye una gran cantidad de túneles en los que los terroristas de Hamas se esconden, sitúan sus centros de mando, sus sistemas de armas, etc.
La IDF avanza con sus conocidos carros Merkava y los transportes acorazados de tropas, como los Armoured Personnel Carrier (APC) Namer y Puma (cadenas) y en menor medida los 8x8 Eitan, entre otros, apoyándose siempre en la acción de sus zapadores, encuadrados en el denominado Cuerpo de Ingenieros de Combate.
Estos últimos van abriendo camino para despejar el eje de avance de minas y artefactos explosivos improvisado, IED, especialmente utilizando los polivalentes buldóceres, como los de la moderna variante D9R, que emplean sus gigantescas palas para este fin. Además, los Ingenieros están utilizando medios como el veterano Puma, basado en la barcaza del carro de combate Centurion, o en el moderno Namer, modificados para portar el lanzador Carpet instalado, que dispara los cohetes dotada de un sistema explosivo termo bárico o fuel-air, que igualmente neutralizan las minas e IED.
Tres “ositos de peluche” de la IDF listos para entrar en acción. (foto IDF)
En los numerosos vídeos que circulan de la operación antiterrorista se puede ver como se “aseguran” las áreas de operaciones en curso utilizando los D9R, que construyen parapetos con escombros o arena para evitar el fuego directo de vehículos y sobre todo para infantería, una vez baja de sus medios desmontada.
Además, los buldócer Caterpillar D9 son fundamentales para derruir los edificios más pequeños o abrir brecha en los más grandes para que entren los blindados de transporte de tropas y una vez dentro baje la infantería, sin exponerla al peligroso fuego de los francotiradores. Estamos ante una técnica que se empezó a utilizar a principios de siglo, en las acciones en Cisjordania, que se ha ido depurando, y que ha determinado un cada vez mayor uso de los D9 y su paralela y progresiva mejora.
Los “ositos de peluche” que se emplean en Gaza son los de las modernas versiones D9R y D9T, designación a la que se añade las siglas de IDF, que se basan en el vehículo de obras comercial D9 de la firma norteamericana Caterpillar. Así, de utilizar la variante civil, a finales del siglo XX se empezaron a blindar por Israel Military Industries Ltd. (IMI) para su rol de combate, que entregó a la IDF unas versiones iniciales, denominadas D9L y D9N, que ya contaban con un fuerte blindaje, incluidas las lunas de la cabina, y una serie de rejas para provocar la explosión anticipada de las granadas propulsadas por cohetes o Rocket-Propelled Grenade (RPG), tan utilizados por terroristas y milicias en Oriente Medio.
La posterior experiencia en combate dio origen a las más protegidas versiones, que se emplean actualmente en primera línea. Este monstruo de 71,6 toneladas es manejado por dos militares (un conductor y un comandante), que se aloja en su cabina blindada, que cuenta con un cristal antibalas que los protege de los disparos de francotiradores y ametralladoras.
En 2019, Elbit Systems obtuvo un contrato para instalar el sistema de protección activa Iron Fist en los D9 IDF, protección adicional contra misiles anticarro, que junto a los referidos RPG, son los principales medios de Hamas contra los medios de combate de Israel.
Para Israel tener las menos bajas posibles es prioritario, por lo que se utilizan ampliamente medios tan potentes como el “osito de peluche”, desde que comenzó el conflicto, con un ataque sorpresa de los terroristas, y la apertura del frente norte por los terroristas libaneses de Hezbolá, hasta ahora han muerto 42 militares israelíes en lo que va de la ofensiva, 362 desde el 7 de octubre. (Julio Maíz)