Aselsan ha cerrado un contrato de exportación valorado en 410 millones de dólares con Polonia, a través de su Agencia de Armamento, para el suministro directo de sistemas de guerra electrónica. El acuerdo, firmado el pasado 19 de diciembre y resultado de un competitivo proceso de licitación internacional, consolida la posición de la compañía turca como uno de los principales actores mundiales en este ámbito de alta tecnología.
Polonia está invirtiendo grandes recursos en Defensa, inmersa en un profundo proceso de modernización de sus capacidades. La elección de Aselsan para cubrir un área tan sensible como la guerra electrónica muestra la confianza en las soluciones avanzadas de la firma. El contrato se perfila, además, como una referencia clave para la proyección de la empresa en otros mercados europeos y de la Alianza.
Durante la ceremonia de firma, el viceprimer ministro y ministro de Defensa polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, subrayó el carácter estratégico del acuerdo, recordando que las negociaciones se habían prolongado durante un largo periodo y que su cierre llegó inmediatamente después de su visita oficial a Türkiye. El responsable polaco destacó la profunda transformación experimentada por la industria de defensa turca en las dos últimas décadas, en las que el país ha pasado de importar cerca del 80% de su material militar a depender únicamente de en torno al 20% del exterior, poniendo el acento en el progreso alcanzado en capacidades avanzadas, especialmente en el dominio aéreo.
Por su parte, Aselsan, operador de la mayor instalación de guerra electrónica de Europa y proveedor principal de estas capacidades para las Fuerzas Armadas turcas, refuerza con este contrato su papel como socio tecnológico de referencia dentro de la OTAN. Con más de cuatro décadas de experiencia, la compañía ofrece soluciones completas que abarcan el diseño de sistemas, desarrollo de hardware y software, creación de algoritmos, integración, producción y validación, así como integración en plataformas diversas. Su catálogo incluye sistemas de apoyo y ataque electrónico en radar y comunicaciones, soluciones guerra electrónica (EW) basadas en plataformas no tripuladas, sistemas contra drones, contra artefactos explosivos improvisados, protección activa, suites de autoprotección y soluciones de misión especial.
La operación se interpreta también como un hito para la industria de defensa turca en su estrategia de expansión hacia mercados de alto valor añadido dentro de la Unión Europea. Al reforzar las capacidades de dominio del espectro electromagnético de una de las principales fuerzas terrestres de la OTAN, el contrato contribuye a aumentar la resiliencia colectiva de la Alianza y abre la puerta a futuras fórmulas de cooperación industrial y tecnológica, incluida la posible integración de sistemas de guerra electrónica turcos en plataformas europeas de nueva generación, explica la empresa.





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