Como cada 4 de diciembre, hoy celebramos la festividad de Santa Bárbara, Patrona entre otros colectivos profesionales, del Arma de Artillería. Bárbara de Nicomedia, santa mártir cristiana del siglo III protectora desde el siglo XV de nuestra Artillería, la más antigua de Europa, a la que se encomendó Magallanes en su hazaña o aquellos ejércitos que conquistaron Baza con la brillante cooperación de los artilleros, precisamente el día de Santa Bárbara, el 4 de diciembre de 1499.
Han pasado muchos siglos desde entonces y, sin embargo, la artillería sigue siendo una capacidad militar que marca la diferencia tanto en escenarios de disuasión, como en el propio campo de batalla.
Los actuales conflictos bélicos de alta intensidad, como el que se libra en Ucrania, demuestran que la artillería es un elemento crucial, actuando como apoyo de fuego en las operaciones. En todos los casos, las fuerzas contendientes dependen de ella para lograr la superioridad en el enfrentamiento y, por lo tanto, la victoria.
Hoy en pleno siglo XXI el Arma de Artillería sigue teniendo un rol insustituible como elemento clave en la consecución de una fuerza de ventaja que actuará tanto como factor decisivo de disuasión como en la consecución de la superioridad táctica.
No obstante, en este siglo la artillería se enfrenta a nuevos desafíos. Los escenarios multidominio y la guerra híbrida aportan nuevas amenazas al campo de batalla, lo que obliga a la continua evolución de los equipos artilleros que deben reforzarse con nuevos sistemas de protección, nuevas municiones, incremento de la movilidad, automatización de operaciones de fuego y, en definitiva, incrementar la eficiencia en operaciones conjuntas y combinadas.
Por encima de todos estos avances, es necesario poner en valor el papel de los artilleros, profesionales altamente cualificados y en formación permanente que aseguran el cumplimiento óptimo de la misión de su Arma.
Porque el papel esencial de la nueva artillería está en lograr la superioridad en el enfrentamiento, priorizando la seguridad de las tropas, de los artilleros que la manejan y de la infantería a la que apoya.
Y así como Santa Bárbara extiende su manto protector a nuestra Artillería, desde Santa Bárbara Sistemas, honrando a quien nos da nombre, renovamos nuestro compromiso con nuestras Fuerzas Armadas para proporcionarles las mejores capacidades poniendo por encima de todo la seguridad de nuestras tropas.
La artillería vuelve a tener el papel decisivo que nunca debió perder. (Alejandro Page, director general de GDELS-Santa Bárbara Sistemas)
