En un reciente documento titulado “Tendencias”, elaborado por el Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC) del Ejército de Tierra español, se exponen una serie de conclusiones relacionadas con diversos aspectos de la Defensa que pueden influir en la Fuerza Futura en la que se trabaja para que sea el referente orgánico y de capacidades terrestre español.
Sobre la Guerra de Ucrania que se desarrolla desde que Rusia iniciase las hostilidades en febrero de 2022 se exponen una serie de conclusiones que, por su interés, hemos creído oportuno recoger y sintetizar. Dentro de un contexto en el que se suceden en un amplio frente todo tipo de acciones ofensivas y defensivas se ha constatado que “algunos sistemas, como los carros de combate, la Artillería y sus municiones, o las defensas aéreas están desempeñando un papel crucial”.
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Los carros de combate, que parecían un elemento en desuso, han sido empleados en gran cantidad por ambos contenientes. (MD Rusia)
Los analistas del Ejército de Tierra señalan como relevante que “los obstáculos de todo tipo están reapareciendo, incluidos los contracarro, protegiendo las hileras de trincheras que marcan las líneas del frente.” Es especialmente importante, porque ha supuesto una gran diferencia con conflictos anteriores, todo lo relacionado con el empleo de las tecnologías emergentes que aportan a esa guerra en concreto una serie de innovaciones que deben tenerse en cuenta.
“En la Guerra de Ucrania se están empleando, de una forma u otra, la mayoría de los avances tecnológicos que el mundo ha logrado en las últimas décadas.” Se detalla que, por sus características y detalles innovadores, sobresalen equipos como los sistemas espaciales comerciales, los sistemas aéreos no tripulados tipo UAS (Unmanned Aerial System) o, incluso, la Inteligencia Artificial.
Se apunta que las fuerzas rusas han implementado numerosas acciones correctoras de los fallos y carencias observados en las primeras fases de la Guerra de Ucrania, mejorando sus estructures de Mando y Control y empleo de equipos de comunicaciones, o realizando cambios que han llevado a situar sus cuarteles generales fuera del alcance de los sistemas de fuego de largo alcance ucranianos.
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El empleo de UAS, algunos de ellos de origen comercial, se ha generalizado y están asociados a los usos militares más diversos. (MD Rusia).
Curiosamente, y frente a lo que parecía ser un concepto combativo convencional obsoleto, se han intensificado en la Guerra de Ucrania lo que son las líneas defensivas fortificadas con trincheras y obstáculos de todo tipo que incluyen desde zanjas antitanque a alambradas.
Las previsiones de los analistas del Ejército de Tierra apuntan a que a corto plazo parece que el conflicto se estanca, aunque los rusos, por su mayor capacidad aparente de regenerar materiales y personal, lo tendrían mejor que los ucranianos, que deberán recibir armamento llegado desde numerosos países occidentales.
A medio plazo “se vislumbra un escenario donde Rusia puede tomar la iniciativa y avanzar, lo que representaría un peligro real para Ucrania. A pesar de la complejidad de la situación, la determinación de Ucrania para defenderse y liberar su territorio sigue intacta, pero se reconoce la necesidad de una planificación a largo plazo y el fortalecimiento de la capacidad industrial y militar para enfrentar la crisis.” (Octavio Díez Cámara)
