Así, la compañía española continua la estrategia de internacionalización iniciada en 2010, año en el que se instaló en la costa oeste de EEUU con la apertura de un centro de producción en Greenville (Carolina del Sur). Con la operación llevada a cabo con Fiderdyne, Carbures se aferra a estar presente en la costa este, en Seattle, lugar conocido por ser uno de los puntos más importantes de la industria aeronáutica en EEUU. Con el propósito de seguir consolidando a la empresa en los principales mercados de fibra de carbono, Carbures también se encuentra ubicada en Asia, donde acordó el pasado año la formación de una joint venture en China (con una inversión de 4 millones de euros) junto con la empresa Guangliang Aeronautic para la apertura de una planta de producción de piezas de fibras de carbono en la ciudad de Harbin, en el noreste del país.
De esta manera, Carbures se adjudicó una cuota de hasta 150.000 horas de trabajo repartidas en los próximos diez años, con el objetivo de fabricar piezas de fibras de carbono menores de 7 metros. La fábrica china entrará en funcionamiento a principios de 2014.
La fibra de carbono como apuesta segura
Las empresas españolas del sector aeronáutico han encontrado en la fibra de carbono un nicho de negocio en el que cada vez hay más futuro. Si echamos la vista atrás, la entrada en este mercado podría remitirnos a la colaboración de firmas españolas con la lanzadera espacial europea. Con todo ello, esta incipiente industria (lleva desarrollándose y creciendo unos 15 años) se ha logrado posicionar como proveedora de Airbus y Boeing. De hecho, la compañía francesa adoptará alas de fibra de carbono en su modelo Airbus 400.
Así, y al igual que ha hecho Carbures con su estrategia de expansión internacional, otras firmas como Aerrnova o Sacesa se aferran a la exportación de sus productos (la fibra de carbono entre ellos) como reorientación de su modelo de negocio. De momento, la estrategia no les funciona nada mal, puesto que el sector aeronáutico español se encuentra mejor que nunca. Sólo en 2010, el crecimiento fue del 11,6% respecto al año anterior, con un volumen de facturación de más de 5.800 millones de euros. Este crecimiento queda patente en el volumen de exportaciones, que en 2011 representaron un 2,2% del total de las manufacturas españolas según el INE. (Javier Martínez L.)