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Martes, 19 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Flotilla de aeronaves de la Armada Española: Sikorsky SH-60

Galería fotográfica

El SH-60F puede transportar 11 soldados totalmente equipados además de los 3 tripulantes, por lo que su capacidad es menor que los SH-3, sin embargo ofrecen mayor velocidad y seguridad.

El  Sikorsky SH-60F Ocean Hawk fue diseñado para reemplazar al SH-3H Sea King en la Marina estadounidense. La Armada Española adquirió a EEUU dos de estos aparatos para cubrir el periodo de transición entre los SH-3D Sea King y la llegada del nh-90, motivada en gran medida gracias a los resultados ofrecidos por la docena de SH-60B adquiridos con anterioridad también a la US Navy. Esos 14 helicópteros están desplegados habitualmente en las seis fragatas FFG de la clase ‘Santa María’ (con capacidad para transportar hasta dos helicópteros de este tipo) y en las cinco fragatas F-100 de la clase ‘Álvaro de Bazán’. 

En las ventas de aeronaves a otras naciones por parte de EEUU, NAVAIR redacta una recomendación de certificación, que en el caso de España, y para los SH-60F recibidos, fue asumida por el Consejo de Aeronavegabilidad que a su vez emitió una Prueba Equivalente, que autoriza a volar y garantiza que el helicóptero es seguro en sus distintas configuraciones.

En declaraciones recientes del Almirante Teodoro López Calderón, Jefe de Estado Mayor de la Armada (AEMA), aseguraba que  los SH-60B se encontraban más allá de su recta final de vida  y que la llegada de los nh-90 se alargaba demasiado en el tiempo.  La solución que planteó, visto  el rendimiento que hasta el momento han ofrecido los helicópteros de la factoría norteamericana, pasa por adquirir helicópteros MH-60R que cubrirían el periodo de 15 años en los que la Armada no puede permitirse dejar de operar helicópteros de estas características.

Fotografias: Juan Ángel TC

En el momento en que los SH-60F se incorporaron se pudo afirmar que se trataba de un nuevo concepto de operación respecto a los aparatos a los que vinieron a sustituir al venir dotados de equipos de protección y detección de alertas.
Este SH-60F comparte en gran medida diseño y componentes con el SH-60B, lo que facilita la operatividad y la logística, favorecida por la comunalidad entre los aparatos. Incluso la formación se ve beneficiada puesto que el simulador del SH-60B permite el adiestramiento de los pilotos de los SH-60F al diferir en pocos detalles.
Durante la adaptación de los SH-60F a tareas de transporte, estos helicópteros antisubmarino perdieron sus sensores externos, con lo que presentan un aspecto diferente a los SH-60B.
El grupo motopropulsor del SH-60B se compone de dos turboejes General Electric T700-GE-401C cada uno con potencia de 1.417 KW, que le permiten alcanzar estos números: Velocidad de carrera a 1.500 m: 234 km/h; velocidad de crucero a nivel del mar: 272 km/h; radio operacional para despliegue de 3 horas: 93 km; Radio operacional para despliegue de 1 hora: 278 km; radio operacional en una misión SAR: 463 km; radio operacional en una misión SEAL: 370 km; relación máxima de ascenso vertical a nivel del mar: 213 m. por minuto.
El conocimiento y experiencia del personal encargado del sostenimiento y mantenimiento de los SH-60B, fue determinante a la hora de tomar la decisión de adquirir posteriormente los SH-60F.
Tanto los SH-60B como los SH-60F disponen de una única puerta en su cabina de carga, sita en su lado derecho, lo que no impide la realización de un desembarco en zona hostil de manera segura y no supone incumplir ninguna norma de seguridad. En el lado izquierdo del helicóptero se dispone de una amplia ventana habilitada como salida de emergencia, lo que aumenta las posibilidades de salida de los pasajeros en caso de accidente, además cuenta con un sistema de iluminación interno, que dirigen a esta zona de escape.
El SH-60B tenía idéntica configuración que el UH-60 Black Hawk. Pero el SH-60 añadió modificaciones para cumplir sus misiones de lucha antisubmarina (ASW) y seguimiento y adquisición de blancos en superficie (ASST).
El SH-60B puede plegar las palas del rotor principal, freno del rotor principal, y el rotor de cola.
Un precioso templario adorna el “morro” (bahía de equipamiento de aeroelectrónica) de este SH-60B. Abajo se encuentran unos cuadrados de color rojo, son las cubiertas de las antenas delanteras. Lo que parece una pequeña antena en la parte superior del cristal rectangular de la cabina, es el indicador de temperatura del aire exterior, y en la parte inferior de dicho cristal, los dos pequeños pivotes cilíndricos que se aprecian, son las sondas de información aérea. A la izquierda del “morro” y cubierta con una funda de color marrón, se sitúa la válvula del extremo interior del indicador de velocidad.
Los SH-60B del décimo escuadrón van armados con torpedos Mk-46, 1 “Penguin” AGM-119 ó 4 misiles “Hellfire” AGM-114K / R, ametralladora GAU-16 de 12,7 mm, lanzador Sonobuoy, designador láser.
Entre la tecnología destinada a la capacidad antisubmarina del SH-60B destacan la cámara FLIR, interrogador IFF, radar de superficie APS-124, detector de anomalías magnéticas (MAD), detector EW, lentes de visión nocturna, lanzadores de paja y señuelos.
A lo largo de los más de 30 años de operaciones ninguno de los SH-60B ha tenido accidentes lo que hace lógica la confianza que la FLOAN tiene depositada en estos helicópteros.
Los SH-60B son empleados por la Armada Española en misiones con diferentes características como la de guerra de superficie (SUW), guerra submarina (USW), búsqueda y salvamento (SAR), evacuación médica, logística (VERTREP y VOD), relé de comunicaciones (COMREY) y apoyo de fuego de superficie naval (NSFS). (Fotografías: Juan Ángel TC)

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