El Estado Mayor de la Defensa informaba recientemente del inicio de una nueva misión de vigilancia marítima a cargo del patrullero de altura “Infanta Cristina” de la Armada. Esta no es una misión cualquiera ya que salvo imprevisto será la última antes de su baja prevista a finales del mes de septiembre.
El buque navegará en aguas del sur peninsular hasta finales de este mes, estando previsto que el 30 de septiembre finalice su vida operativa tras 43 años de servicio. De hecho, como recordaba hace poco la Armada, es la única de las cuatro corbetas clase “Descubierta” que continúa realizando de forma eficaz funciones de seguridad marítima y control de los espacios marítimos de interés nacional.
Entre las últimas misiones que ha realizado este veterano buque con base en Cartagena están las de vigilancia y disuasión en las aguas españolas del Estrecho de Gibraltar.
Construido como la cuarta corbeta de la clase “Descubierta” por la Empresa Nacional Bazán en Cartagena, fue entregado a la Armada el 24 de noviembre de 1980, siendo izada la Bandera Nacional a bordo por primera vez por S.A.R. la Infanta Doña Cristina. Entre septiembre de 2004 y junio de 2005 se realizó la transformación a patrullero de altura (P-77).
Ha participado en múltiples ejercicios nacionales y de la OTAN, así fue desplegado en las Fuerza Multinacional de Interceptación en el Mar Rojo durante el bloqueo naval impuesto por la ONU a Irak, tras la invasión de Kuwait por Irak en agosto de 1990. En aquella época el navío tenía la consideración de corbeta, estando fuertemente armado, por lo que a los navíos de su clase, se los conocía con el sobrenombre de “hormigas atómicas” y llevaban en su casco pintada la F de fragata, en concretó este buque llevaba el numeral F-34.
El pasado mes de junio se aprobaba la construcción de otros dos Buques de Acción Marítima, en el marco de la baja del “Infanta Elena” y el “Infanta Cristina”. Según explicaba la referencia del Consejo de Ministros, “la antigüedad de los patrulleros de la clase “'Infanta Elena” haría necesaria una elevada inversión para mantenerlos en servicio; además, con esa inversión no se podrían recuperar sus capacidades por la obsolescencia de la plataforma y de los sistemas de a bordo. Por ello ha sido necesario adelantar la baja del buque “Infanta Elena” al primer trimestre de 2023 y la del “Infanta Cristina” al segundo semestre de 2023”.
Para resolver esta situación y recuperar el número de doce patrulleros de altura requeridos por la Armada, es necesaria la adquisición de dos Buques de Acción Marítima (BAM III). El presupuesto total del programa es de 550 millones de euros, desglosado por anualidades:150 millones en 2024, 2025 y 2026 y 100 en el 2027.
Precisamente Hace ahora algo más de un año pudimos visitarla en Barcelona. (José Mª Navarro García)





