Desde hace años, el Ejército del Aire es responsable de conocer la situación espacial por encima de nuestra atmósfera, al punto de que en junio del año pasado pasó oficialmente a denominarse Ejército del Aire y del Espacio. Ahora busca un sistema que le permita conocer y controlar la situación espacial y prevenir cualquier amenaza.
La importancia creciente del espacio y la necesidad de garantizar la seguridad y libertad de actuación en defensa de los intereses nacionales motivó que en 2019 se creara el Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE), del Ejército del Aire, adscrito al Sistema de Vigilancia y Control Aeroespacial (SVICA) del Mando Aéreo de Combate, que en julio de 2021 alcanzó la capacidad operativa inicial que alcanzó el pasado mes de junio su capacidad plena.
Ahora se ha puesto en marcha un contrato para que el COVE disponga de un sistema software y hardware necesario para el desarrollo y adquisición de un “Sistema de Conocimiento de la Situación Espacial” (CCSE). La licitación de la Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material (DGAM) tiene un importe próximo a los 2,5 millones de euros y una finalización prevista el 30 de noviembre de 2024.
Este sistema deberá ser capaz de recibir, integrar y fusionar los datos que reciba de sensores civiles y militares asociados y, a partir de dicha información, realizar las funciones de determinación de elementos orbitales, correlación de los objetos frente a catálogos públicos, elaboración de un catálogo clasificado de objetos espaciales, predicción de reentrada a la atmósfera y generación de alertas de un objeto de interés para la Defensa orbitando la Tierra, planificación de campañas de observaciones, cálculo de degradación de los servicios de navegación satelital (GNSS), cálculo de los eventos de sobrevuelo sobre zonas y regiones de interés en la superficie de la Tierra y procesado de datos de meteorología espacial de un proveedor externo.
Para ello, entre otras, contará con funcionalidades que ya están disponibles en otros sistemas como el cálculo orbital y de propagación de órbita, de generación de catálogos clasificados y procesado de datos militares, la predicción de la reentrada en la atmósfera, el planeamiento de campañas de observación y calibración de sensores, el cálculo de la degradación de señales y pérdida de calidad de los sistemas de navegación mediante satélites o de eventos de sobrevuelo. (José Mª Navarro García)





