El Ejército del Aire y del Espacio tiene en marcha una actuación para modernizar sus misiles aire-aire de corto alcance más modernos, los IRIS-T (Infra-Red Imaging System Tail/Thrust Vector Controlled) que se adquirieron en 2009 y prestan servicio en todas las bases aéreas insulares equipadas con cazabombarderos EF-18M Hornet y EF-2000 Eurofigther.
La información la transmite el órgano de difusión del Ejército del Aire y del Espacio. El último número de la Revista de Aeronáutica y Astronáutica, en un punto de un amplio detalle de lo que le ha caracterizado en el 2022 y de distintos aspectos de lo que acontecerá el año en curso, sitúa en 640 millones de euros la aportación extraordinaria que ha permitido impulsar acciones en relación con armamento, guerra electrónica, combustibles o repuestos.
La llegada del IRIS-T al Ejército del Aire y del Espacio permitió obtener una de las mejores armas del mundo de su tipo. (Octavio Díez Cámara)
Parece ser que esa disposición de más capacidad económica, como así se apunta desde el Ejército del Aire y del Espacio, ha permitido “el inicio de la modernización de los misiles IRIS-T, de corto alcance”. Contundente afirmación puede calificarse como de lo más positiva, porque aunque se trata de una sistema de armas relativamente moderno, cualquier actuación de mejora de sus capacidades y elementos internos de cara a ampliar unas mejores prestaciones será bienvenida por los pilotos de los cazabombarderos que los tienen a su disposición en el caso de que deban hacer frente a cualquier hipotético agresor.
Varias mejoras
La confirmación del inicio de la modernización de esos misiles aire-aire coincide con el hecho de que ahora hace 13 años que se firmó la compra de nada menos que 700 dentro de un contrato que se valoró en 247,32 millones de euros, lo que supone unos 350.000 euros la unidad. Ese importe incluiría tanto los misiles reales como otros 70 simulados que suelen ser llevados en los cazabombarderos en sus adiestramientos y equipos auxiliares, material complementado con equipos de prueba y contenedores estancos para su almacenamiento de larga disponibilidad.
Del IRIS-T apuntar que tiene un alcance de unos 12-15 kilómetros en función de la altura de lanzamiento y la envolvente de vuelo del avión que lo dispara. Se trata de un misil aire-aire especialmente moderno que llegó desde Alemania -la compra derivó en que empresas como Sener y EXPAL participasen en la cofabricación- para reemplazar a los distintos tipos de los Sidewinder estadounidenses que estaban en servicio a principios de este siglo.
Los EF-2000 del Ala 11 y Ala 14 operan también con los IRIS-T como arma aire-aire de corto alcance. (Octavio Díez Cámara)
El Ejército del Aire y del Espacio, que realizó el primer disparo real de uno de los IRIS-T en modo de integración digital en marzo de 2014 desde un EF-2000, actuará convenientemente en su modernización que podría aplicarse tanto a elementos como su cabeza de búsqueda infrarroja, que le permite localizar y seguir al objetivo, como a su propulsor o en el software asociado al funcionamiento general del arma; así mismo, lo usual es que transcurrido un número de años desde su fabricación un misil vea como algunos de sus elementos internos, como las baterías de alimentación eléctrica, sean reemplazadas para asegurar los máximos niveles de operatividad.
En la modernización que se iniciará pronto es más que previsible, siguiendo la política industrial aplicada desde el Ministerio de Defensa, que participen distintas empresas españolas que podrían incluir a aquellas que ya lo hicieron en el proceso que permitió obtener los misiles aire-aire IRIS-T. (Octavio Díez Cámara)