Entre los días 6 y 10 de marzo, en distintos puntos del Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) San Gregorio de Zaragoza, carros de combate Leopard del Ejército de Tierra se han adiestrado en ejercicios de tiro real con municiones HE-T (High Explosive-Training). Hemos estado allí.
El Ejército de Tierra realiza, dentro de sus programas anuales de instrucción que afectan a las distintas unidades de carros de combate, ejercicios de sus principales sistemas de armas en los que se emplean municiones HE-T reales para incidir en el mejor adiestramiento de aquellos que los manejan.
Los proyectiles llegan de los polvorines en tubos metálicos estancos que los protegen y permiten un almacenamiento de larga duración. (Octavio Díez Cámara)
Estos ejercicios del tipo “Beta” han incluido personal y medios, como los carros de combate Leopard, de distintas unidades de la Brigada “Aragón” I, una de las más importantes del Ejército de Tierra español por los medios que opera y la más alta cualificación de los que la integran.
defensa.com ha estado con ellos en Zaragoza para observar algunas prácticas y ejercicios. Interesante, en un momento en el que la amenaza es más palpable y ha llegado incluso hasta la ciudadanía, han sido las prácticas con municiones reales que han realizado los carros de combate Leopardo. Involucrado en ese ejercicio Beta ha estado el Regimiento Acorazado “Pavía” 4 (RAC) que está conformado por dos unidades principales de combate: el Batallón de Carros de Combate de Infantería “Flandes” I/4 y el Grupo Acorazado de Caballería “Húsares de la Princesa” II/4.
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Los 35 kilogramos de los proyectiles HE-T M-95 requieren de varios tripulantes para moverlos con precisión desde la parte exterior al interior del Leopardo. (Octavio Díez Cámara)
Fuego real
El RAC “Pavía” 4 es una de las unidades con más carros de combate Leopard del Ejército de Tierra, algo más de medio centenar si sumamos los del “Flandes” y los del “Húsares de la Princesa”. Personal de este último, con una de sus secciones de Leopardo, ha estado realizando distintos ejercicios que han incluido los de fuego real.
En camiones todo terreno se han transportado hasta distintos emplazamientos las municiones HE-T estibadas dentro de contenedores metálicos que las protegen de golpes accidentales y permiten tenerlas durante mucho tiempo almacenadas siempre que no se superen temperaturas que van desde los -40º bajo cero a los 50º centígrados.
Una vez en las proximidades de los Leopardo, los cuatro tripulantes, perfectamente coordinados, procedían a desembalarlas y a mover las municiones desde el exterior hasta el interior del carro de combate, donde uno de los militares las iba estibando en la santa bárbara blindada habilitada para ello. Hicieron fuego con ellos en varias ocasiones y contra objetivos de diferente carácter, obteniendo muy buenos resultados en la ejecución del disparo y la precisión alcanzada.
La santabárbara de la zona trasera de la torre es el lugar donde se estiban las municiones hasta el momento de dispararlas. (Octavio Díez Cámara)
Señalar que los proyectiles que han disparado incluían las municiones HE-T M-95 de 120x570mm. Se trata de cartuchos con carga de lato explosivo que es especialmente efectiva en todo aquello relacionado con cometidos de apoyo a la Infantería. Lo potente de su deflagración al impactar los hace óptimos para acabar con vehículos de blindaje ligero, neutralizar posiciones y búnkeres, o incluso actuar contra el personal.
En el Ejército de Tierra, realizar ejercicios de tiro de forma regular, empleando en ellos municiones reales como los municiones HE-T de la práctica descrita, es idóneo para que las tripulaciones sean más efectivas en su cometido ofensivo o defensivo. (Octavio Díez Cámara)
