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Domingo, 14 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

Las claves del VAMTAC propulsado por hidrógeno de Urovesa

Un VAMTAC SK (Urovesa)
Un VAMTAC SK (Urovesa)

La compañía española Urovesa se ha adjudicado un contrato del Ministerio de Defensa para desarrollar una variante de su camión VAMTAC SK dotado de un sistema de propulsión mediante pila de combustible de hidrógeno.

En concreto la Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) adjudicó este contrato de investigación y tecnologías militares valorado en 688.591,08 euros distribuidos en cuatro anualidades para el desarrollo del denominado ya VAMTAH (cambiando la C final por H de hidrógeno).

Urovesa se adjudicó el año pasado con el Centro Nacional del Hidrógeno (CNH2) como socio, uno de los proyectos del programa Coincidente del Ministerio de Defensa con este proyecto. En aquella convocatoria de finales de 2020 se incluía un área temática sobre pilas de combustible para vehículos terrestres en el que uno de los dos proyectos era el de Urovesa. Se desarrollará un VAMTAC SK con propulsión mediante pila o célula de combustible y baterías con motor eléctrico.

¿Cómo funciona?

Aunque esta tecnología de pila o célula de combustible la hemos explicado en algunas ocasiones, hasta ahora nos habíamos centrado en el sistema de propulsión para submarinos como el S-80 de la Armada española.

Para su propulsión el VAMTAH seguramente contará con un motor eléctrico que será alimentado por las baterías y para recargar estas se usará el módulo de potencia de célula de combustible alimentado a su vez por el hidrógeno que portará el vehículo como combustible. La célula de combustible o fuel cell funciona mediante una reacción electroquímica a partir de una corriente rica en hidrógeno y un oxidante que suele ser oxígeno en estado gaseoso.

En el interior de la célula de combustible se produce una reacción química controlada combinando un flujo continuo de combustible (hidrógeno) y un oxidante generando una corriente eléctrica que se deriva a un circuito externo. Mientras que en una batería se almacena electricidad generada por unos reactivos que se agotan, en una célula de combustible los reactivos se suministran como un flujo continuo desde el exterior. De esta manera, mientras se suministre combustible habrá electricidad de forma ininterrumpida. La autonomía del vehículo vendrá determinada por la cantidad de hidrógeno y oxidante que pueda transportar.

Dentro de la célula no hay combustión como en un motor alimentado por gasolina o gasoil, sino que a través de unos electrodos separados por un electrolito (un material especialmente tratado que permite el paso de iones) de tal manera que en el ánodo (electrodo negativo) se produce la oxidación del hidrógeno y en el cátodo (electrodo positivo) la reducción del oxígeno del aire. El resultado es energía eléctrica, agua y calor. Un gran número de estos dispositivos se conectan en serie dentro de la célula para generar el voltaje necesario.

Se trata de un paso más en la evolución tecnológica de Urovesa, de la que hemos conocido otros interesantes desarrollos como el VAMTAC híbrido o el VAMTAC autónomo, del programa Remote Drive.  (José Mª Navarro García)

 


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