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Jueves, 18 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La BRIPAC y el Mando de Operaciones Especiales practican procedimientos de salto milimétricos en paracaídas

La Brigada “Almogávares” VI de Paracaidistas (BRIPAC) y el Mando de Operaciones Especiales (MOE) llevan los últimos dos años entrenándose y mejorando una herramienta de cálculo del punto en que debe saltar el primer paracaidista desde la aeronave que los transporte, más conocida por su designación en inglés de High Altitude Release Point (HARP).

El objetivo de estas prácticas de lanzamientos de precisión en que trabajan ambas unidades del Ejército de Tierra (ET) español es obtener dicho punto de lanzamiento para alcanzar la zona designada para la toma. Una tarea nada fácil, sobre todo cuando se salta del avión de noche, que es cuando se hacen las infiltraciones normalmente,  y sí es de día  por las nubes u otros fenómenos atmosféricos que impiden ver el suelo.

En concreto ha sido un profesional del MOE el que creó y perfecciona desde hace años esta completa herramienta informática, y que ahora emplea también la Compañía de Reconocimiento Avanzado (CRAV) de la BRIPAC, «Se trata de un programa en el que hay que introducir datos como el peso, la altura del lanzamiento, el número de componentes de la patrulla, el tipo de paracaídas o el viento, entre otros parámetros», explica el sargento 1º Cantero, miembro de la CRAV al boletín digital “Tierra”, medio oficial del ET.

El personal tiene un largo historial en los saltos de precisión en la medida que esa capacidad es  vital para cumplir una de sus principales misiones de la Compañía, servir de vanguardia de la BRIPAC. En ese sentido el procedimiento de cálculo HARP, es una magnifica ayuda en esa difícil tarea es tener claro en qué momento se debe lanzar el primer paracaidista, para alcanzar la zona prevista o Drop Zone (DZ), al que seguirá el resto de la patrulla.

La última ocasión en la que han tenido oportunidad de utilizar este sistema ha sido en el ejercicio que la Compañía de Reconocimiento Avanzado realizó a finales de febrero en la zona de Tembleque (Toledo), cuyo objetivo fue mejorar sus inserciones mediante saltos a alta cota. En el curso de dichas prácticas, todos los lanzamientos fueron preparados con cálculo de HARP, que se materializaron en  dos lanzamientos durante el día y uno por la noche, este último utilizando las Gafas de Visión Nocturna (GVN), en los que pudieron navegar decenas de kilómetros a gran altura hasta alcanzar con total precisión la DZ. 

Además se incluyeron saltos en tándem con cargas de hasta 210 kilos, el máximo de peso que admiten los paracaídas Phantom, los más modernos que tienen actualmente en dotación, que permiten infiltrar/situar personal no cualificado en paracaidismo e incluso perros.

La exactitud del cálculo HARP y de los paracaídas de última generación, concebidos con diseños que planean mucho,  posibilita aumentar la navegación, con lo que se incrementa la distancia respecto de la DZ, lo que redunda en una mayor seguridad para la patrulla, ya que se reducen las posibilidades de ser detectada. Esto sitúa al MOE y la CRAV como unidades punteras en procedimientos de inserción paracaidista, en la misma línea e incluso superando a los empleados por otros ejércitos de referencia en este campo, como el Armée de Terre francés.

La Compañía, encuadrada en el Batallón de Cuartel General de la BRIPAC, y el MOE, cuentan con empleo de oxígeno, que es imprescindible usar por encima de los 4.000 metros, y hasta los 10.000 metros, que es la altura máxima a la que han saltado este personal de élite.  Dominar esta técnica requiere de prácticas de navegación, con equipo específico, como las desarrolladas en este ejercicio, además de superar los exigentes cursos pertinentes y los aptos médicos que otorga el Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA), que pertenece al Ejército del Aire. (Julio Maíz Sanz)

Fotografía: Miembros de la CRAV saltando para practicar el procedimiento de navegación HARP (foto BRIPAC).

Personal de la CRAV en fase de embarque al Airbus DS C295 desde el que van a realizar un salto. (foto BRIPAC).


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