Con el objetivo de integrar disparos de alta precisión en un carácter dinámico que incluían ejercicios desde vehículos militares, como los de oruga M-113 TOA (Transporte Oruga Acorazado) y “Pizarro”, que están en dotación en el I/62 del Ejército de Tierra, se llevó a cabo el “Arapiles North Wind”.
Las pruebas, a modo de competición, fueron organizadas en las instalaciones de la Base “General Álvarez de Castro” que el Ejército de Tierra tiene en la localidad gerundense de Sant Climent de Sescebes, por el Regimiento de Infantería “Arapiles” 62 y sustentadas sobre todo por personal del Batallón de Infantería Mecanizado “Badajoz” I/62, ambos encuadrados en la Brigada “Aragón” I.
La necesidad de contar con más recursos a la hora de afrontar las arriesgadas misiones que los miembros de las Fuerzas Armadas españolas desarrollan en distintos escenarios multinacionales ha llevado, en los últimos años, a incidir más en la preparación de determinados militares para que manejen armas largas de precisión extrema y realicen certeros disparos con ellas.
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Los tiradores del GAR de la Guardia Civil demostraron su alta especialización en el empleo de rifles de precisión. (J.L.Fariñas)
Esa capacidad, que se ha ido generalizando también en diferentes colectivos policiales de España, fue el punto de partida sobre el que se ha sustentado el “Arapiles North Wind” , desarrollado entre los días 12 y 14 del pasado mes de mayo. La competición contó con la aportación de la National Rifle League (NRL) Spain y permitió a tiradores civiles, militares y policiales reunirse en un entorno rural óptimo para poner a prueba su capacidad a la hora de impactar, desde distintas posiciones, hacia objetivos situados a cientos de metros de su ubicación.
Pruebas exigentes
La “Arapiles North Wind”, que es continuadora de la “Viator Winter Xtreme” que tuvo lugar hace unos meses y de la que les informamos en defensa.com, reunió a medio centenar de profesionales y civiles para, empleando distintos rifles de precisión recamarados para disparar distintos calibres, demostrar su pericia a la hora de abordar impactos muy exigentes tanto por las largas distancias como por una climatología que no fue para nada favorable.
Esta última, condicionada por la zona montañosa propia de la Base Militar de Sant Climent de Sescebes del Ejército de Tierra y por el viento, el frío y la lluvia que acompaño buena parte del desarrollo de las distintas pruebas, no impidió una brillante ejecución en todo lo relacionado con la “Arapiles North Wind”.
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Profesionales y civiles tuvieron que hacer frente a ejercicios de tiro difíciles en unas condiciones nada favorables. (J.L.Fariñas)
Se emplearon rifles recamarados a calibres como el 7,62x51mm, .6,5 Creedmoore, .222 Remington o .300 Blackout, y hubo también pruebas complementarias en las que se usaron otros adaptados al .22 Long Rifle para tiradas ELR (Extreme Long Range).
Al final, un guardia civil del Grupo de Acción Rápida (GAR) se alzó vencedor en las pruebas de la categoría de producción y un militar del “Arapiles” 62 del Ejército de Tierra quedó el tercero en los ejercicios de la segunda jornada de la competición. Los civiles allí presentes y otros profesionales, que incluían alguno perteneciente a los Mossos d’Esquadra, también demostraron su pericia en el manejo de distintos rifles de alta precisión para hacer frente a ejercicios que no eran para nada fáciles; autocontrol, conocimientos técnicos, experiencia, …, son factores que suman a la hora de practicar una disciplina de tiro con rifle tan exigente como la que se ha desarrollado en la “Arapiles North Wind”.
