El que se designa como lanchón de desembarco no tripulado (ULC, Uncrewed Landing Craft) es un concepto especialmente novedoso que ha sido concebido por la filial australiana de Navantia como respuesta a los intereses de la Marina de ese país austral. El ULC se convierte en una voluntad más de Navantia por innovar en el mercado naval militar y con ese diseño puede ofrecer a potenciales clientes una solución que va más allá de las lanchas convencionales clásicas.
Lo que proponen son lanchones autónomos con un tamaño y líneas generales perimetrales de su plataforma de carga pensados para que puedan acoplarse unos con otros y configurar naves autónomas de diferente tamaño con las que dar respuesta a diferentes necesidades. Los ULC pueden emplearse como plataformas de desembarco naval clásicas o para favorecer los movimientos de material pesado desde las naves de desembarco hacia la costa.
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Si las necesidades militares así lo requieren se pueden unir los módulos por su costado para dar lugar a plataformas usadas para cometidos variados.
Otras funcionalidades de este concepto de Navantia incluyen las de servir como plataformas flotantes que puedan acoger contenedores con sistemas de armas que puedan ser lanzados contra cualquier oponente, las de conformar un conjunto que facilite la toma y despegue de helicópteros y otras aeronaves autónomas, las de ser acopladas a modo de puente o hasta la de permitir estructuras que puedan ser usadas en puntos de interés como muelles eventuales que faciliten las operaciones navales.
Módulos flotantes multimisión
Los ingenieros de Navantia apuestan por un concepto de módulos flotantes multimisión que operarían en modo autónomo para conseguir la máxima eficiencia en operaciones que se desarrollen tanto en entornos litorales como rivereños. De estos módulos ULC podemos concretar que están fabricados en acero para darles la necesaria robustez, que pueden incorporar en la parte delantera o trasera rampas para facilitar las operaciones de carga, que incluyen una bodega en la que transportar material y equipo o que se corresponden con una concepción modular avanzada.
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Podrían adaptársele a los ULC contenedores con sistemas de armas y ser empleados como plataforma auxiliar de combate. (Navantia Australia)
Cuentan con propulsión independiente en la que sobresalen dos impulsores waterjet de 1600 kw que en un futuro podrán trabajar asociados a una célula de producción de hidrógeno autónoma. La innovación de los ULC los hace también útiles para facilitar tránsitos entre buques, reemplazar estructuras civiles que puedan haber resultado dañadas, ser empleados en cometidos de vigilancia y reconocimiento, transportar combustible para abastecer a navíos de mayor porte o facilitar el desarrollo de operaciones humanitarias.
Cada uno de los módulos ULC tiene 27 metros de eslora y 6 de manga, capacidad para una carga máxima de 90 toneladas y con su planta impulsora son capaces de una velocidad máxima de 30 nudos llevando una carga ligera y de 20 con la máxima. No hay que olvidar que este concepto presentado por Navantia Australia permite emplear varios unidos por sus costados, formando una estructura cuadrangular o rectangular, o por su proa dando lugar a una plataforma alargada. (Octavio Díez Cámara)







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