En julio, Varsovia relanzó oficialmente el programa Orka, que tiene como objetivo adquirir tres nuevos submarinos de ataque de propulsión diesel-electrica convencionales, al abrir un proceso de "consultas preliminares" con los fabricantes potencialmente interesados en obtener este importante concurso.
Figuran un total de 11 candidatos, según una lista comunicada por la Agencia de Armamento polaca, una relación de empresas bastante larga dada las altísimas capacidades tecnológicas que se necesitan para construir los complejos submarinos actuales y no incurrir en riesgos tecnológicos, como los que ha tenido que superar Navantia para desarrollar la serie S-80 Plus, el modelo que postula a la Armada de Polonia.
Así, en esa lista de 11 habría candidatos con muy pocas posibilidades, por presentarse como subcontratista, como serían las empresas británicas Babcock y JFD, o porque solo tienen una experiencia muy limitada en este complejo campo de construcción naval, como la noruega Volue Industrial IoT o la polaca Aycomm.
La oferta de Navantia, que por fin se puede incorporar a ofrecer su producto a este nicho de construcción naval, se sumaría a las de las habituales multinacionales de la industria naval que se presentan a los concursos internacionales de submarinos, como la alemana Thyssen Krupp Marine Systems (TKMS), que presentaría su modelo U212CD; la sueca Kockums con el tipo A26 o clase Blekinge; y la francesa Naval Group, cuya oferta podría basarse en el Scorpène o en una versión de propulsión convencional del clase Suffren o tipo Barracuda Shortfin.
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Polonia solo cuenta actualmente con un antiguo submarino “Kilo” o proyecto 877E, de origen soviético. (foto Konflikty.pl-wikimedia)
A estos clásicos, se suma la transalpina Fincantieri, que presentaría su diseño para la Marine Militare italiana, el submarino U212 Near Future Submarine (NFS), construido bajo licencia alemana, pero que incorpora múltiples subsistemas de diseño y fabricación local.
Como era de esperar, no podían faltar las empresas de Corea del Sur, dados los estrechos lazos en defensa entre Seúl y Varsovia, como son Hyundai Heavy Industries y Hanwha Ocean. Estas dos navales colaboran actualmente en el programa de submarinos tipo Dosan Ahn Changho o KSS III, tras haber adquirido una gran experiencia en la construcción –bajo licencia– de las versiones coreanas de los de diseño alemán de los tipos 209 y 214.
Programa Orka de la Armada polaca
El programa Orka pretende que el futuro submarino polaco, más allá de su capacidad de operar en un mar cerrado como es el Báltico, el único que baña Polonia, tenga capacidades oceánicas, para poder actuar en cualquier escenario, tanto en favor de la política exterior de Varsovia como para interoperar con sus aliados de la OTAN.
Según los detalles proporcionados por la Agencia de Armamento polaca, el proyecto ganador deberá de poder sumergirse a más de 200 metros de profundidad, portar y disparar una amplia gama de misiles (crucero, antibuque, superficie-aire), poder desplegar/replegar en inmersión fuerzas especiales y sus medios de propulsión autónomos mediante el uso de un sistema de hangar de cubierta desmontable o Dry Dock Shelter (DDS) y poder ser plataforma para el empleo de los tan de moda vehículos submarinos teledirigidos o autónomos.
Finalmente, su modo de propulsión debería permitirles realizar inmersiones de larga duración y tener una autonomía en inmersión de más de 30 días, lo que nos lleva a que deberá de estar dotado de un sistema de propulsión independiente de aire o Air-Independent Propulsion (IAP).
Además, el ministro de Defensa polaco, Mariusz Błaszczak, también insistió en la “transferencia de tecnologías necesarias” que habrá que realizar mediante “compensaciones industriales”. (Julio Maíz)
