El más moderno navío de escolta de Japón, el Mogami, de Mitsubishi Heavy Industries, será la base para dotar a la Real Marina australiana o RAN (Royal Australian Navy), tras hacerse previamente con destructores de diseño español y encargar fragatas a Reino Unido. Para Japón es todo un hito conseguir este macro contrato, serán un total de 11 fragatas furtivas (stealth ship) polivalentes basada en las de la clase Mogami.
Según el ministro de Defensa australiano, Richard Marles, "es, sin duda, el mayor acuerdo de defensa que se haya alcanzado nunca entre Japón y Australia. De hecho, es una de las mayores exportaciones de defensa en las que Japón haya participado jamás".
En el marco del llamado SEA 3000 Frigate Program, Canberra pagará alrededor de 6.500 millones de dólares (unos 5.610 millones de euros) para dotarse de estos navíos de unas 4.880 toneladas y 142 metros de eslora. Tres de las fragatas se construirán directamente en Japón por Mitsubishi Heavy Industries y las ocho restantes en los astilleros de Australian Marine Complex (AMC), en Henderson. Con las nuevas fragatas, basadas en el diseño de la última versión de la clase Mogami, la denominada New-FMM, la RAN reemplazará a las veteranas de la clase Anzac, que ya están empezando a ser retiradas del servicio, las más antiguas acumulan 30 años en activo.
La venta de las Mogami-New FMM representa un gran avance para la industria de defensa de Japón, que hasta la fecha no había realizado casi exportaciones de armas, y menos de este volumen.
Navíos de escolta en la Real Marina australiana
El Ministerio de Defensa australiano ha cerrado desde 2007 hasta tres acuerdos para dotarse con navíos de escolta, el primero se firmó ese año con la empresa naval española Navantia, que diseñó y asistió en la construcción local de tres destructores de la clase Hobart, entregados entre 2017 y 2020. En junio de 2018, cuando parecía que se seguiría contando con los diseños y servicios de la naval española (que también le procuró dos navíos asalto anfibio y otros tantos buques logísticos), en una decisión con carácter político se decidió confiar en BAE Systems para que le suministrase 9 fragatas de la clase Hunter, basadas en la Tipo 26, que la compañía británica construye para la Royal Navy. Una operación siempre sujeta a retrasos y fuertes polémicas en Australia. De hecho en la orden de ejecución, firmada en junio de 2024, solo se contrataron 6 unidades, de las que sólo la primera está en fase de construcción.
Ahora, la fuerza nava australiana opta por navíos de un tercer país, tras estudiar las opciones de la coreanas Hanwha Ocean y Hyundai, la alemana TKMS y Navantia. La elección de las fragatas de la clase Mogami-New FMM y su incorporación a la Real Marina australiana, junto a los actuales Hobart y las también futuras Hunter, aunque diversifica la flota en caso de sufrir problemas con alguno de los sistemas, complicará mucho el trabajo de los responsables del ciclo de vida, incluido el mantenimiento.
Las Mogami-New FMM contarán con uno de los clásicos sistemas de lanzamiento vertical de misiles o VLS (Vertical Launching System) de 32 celdas, que será muy posiblemente el MK.41 de Lockheed Martin. El punto clave de la elección estaría en la gran automatización de estos navíos Made in Japan, en funciones como la navegación y el manejo de armas, lo que permite operar el buque con una dotación de solo unas 90 personas, en comparación con las actuales de casi 200 que operen este tipo de navíos.
Políticamente, Japón y Australia han fortalecido sus vínculos militares en los últimos años, especialmente ante el creciente poder de China, lo que también sería un punto clave en la pionera decisión. (Julio Maíz)






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