Solo en los dos primeros meses de 2023, la Policía Militar de Río de Janeiro registra un aumento del 72% de capturas de fusiles de asalto en relación con respecto al número de este tipo de armas de guerra incautadas en el mismo período del año pasado.
La sorpresiva e inédita marca en el país nunca se había logrado anteriormente en el estado, informa la máxima autoridad de la Policía Militar de Río de Janeiro, Coronel PM Luiz Henrique Marinho Pires.
Las dependencias de Inteligencia de la Policía Militar de Río de Janeiro acaba de realizar un estudio, detallando los fusiles y municiones incautadas por tropas entre enero y el 13 de marzo de este año. En este período delimitado por el relevamiento, se incautaron 126 fusiles, casi todos fabricados en el exterior, y 1.646 municiones de calibres .556 y 7.62.
Algunos detalles del estudio llaman la atención: el 97% de estas armas de guerra fueron incautadas en la Región Metropolitana y el 66% en comunidades (favelas) bajo la influencia de las mayores y más violentas facciones criminales que operan en el Estado de Río de Janeiro.
De los 126 fusiles incautados, 28 tenían matrícula legible y 79 estaban en poder de delincuentes que fueron detenidos durante la acción de la Policía Militar. Por su parte, otros cuerpos policiales (Civiles y Camineros) capturaron otros 100 fusiles de asalto en el mismo lapso.
Todos estos detalles -la numeración legible, la detención del delincuente armado y el lugar de aprehensión- son indicativos que pueden ayudar en la investigación sobre el origen de estas armas.
Se trata de información relevante para orientar un amplio trabajo investigativo, involucrando a las Fuerzas de Seguridad y áreas de Inteligencia de los gobiernos federal y estadual. Es fundamental un esfuerzo masivo para que este flujo de circulación de armas sea sofocado, partiendo de las fronteras terrestres, marítimas y aéreas del Brasil, pasando por los límites entre los Estados de la Federación y llegando hasta los límites entre los municipios de cada estado.
Las guerras entre grandes grupos criminales ocurren principalmente en la Región Metropolitana de Río, el Gran Río, aunque ya comienzan a expandirse hacia el interior del estado de Río de Janeiro y los municipios cercanos a los estados limítrofes. (Javier Bonilla)
