Rusia no necesita una alianza militar con China, pero es teóricamente posible imaginar algo así. Son palabras del presidente ruso, Vladimir Putin, del 22 de octubre en la reunión del Valdai Discussion Club. Es posible imaginarlo todo. Hemos asumido siempre que nuestras relaciones han alcanzado tal grado de interacción y confianza. Nosotros, en general, no lo necesitamos, pero en un plano teórico lo podemos imaginar, concluyó.
El líder ruso confirmó que las dos naciones vecinas realizarán ejercicios militares conjuntos regularmente. Las maniobras tendrán lugar en mar y por tierra dentro de las fronteras de ambas. De hecho, Moscú y Beijing cooperan ya activamente en el área militar y técnica en proyectos con tópicos muy sensibles, que el presidente ruso no desea especificar, pero destacó que esa colaboración indudablemente incrementa la capacidad de defensa del Ejército Popular chino, afirmando que no se puede descartar una cooperación todavía más estrecha en la esfera militar. La vida mostrará cómo se desarrollará aún más. No lo vamos a descartar. Ya veremos, concluyó.
China es uno de los socios clave de Rusia en el campo del comercio de armas. En enero de 2019, el jefe del Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar de Rusia, Dmitry Shugaev, dijo que la cartera de pedidos en sistemas de armas con China supera los 7.000 millones de dólares. Según el director de Rostec, Sergei Chemezov, China representa más del 15 por ciento de las exportaciones rusas en este campo. El informe anual de Rostec acaba de revelar varios detalles de esta cooperación.
Hasta 2019, Russian Helicopters y Rosoboronexport firmaron varios contratos con China para el suministro de 121 helicópteros. 68 Mi-171 (incluido el Mi-171E mejorado); 18 Mi-171Sh de transporte militar,14 Mi-171 con motor VK-2500 y 21 Ansat. Confirma el debut internacional del Mi-171Sh Storm, la versión de exportación del Mi-8AMTSh Terminator, capaz de transportar hasta 37 paracaidistas. Puede llevar diversas cargas dentro en la cabina y colgadas de una eslinga externa. Proporciona simultáneamente apoyo de fuego a fuerzas tácticas de asalto aerotransportado, grupos de reconocimiento y sabotaje, mientras destruye objetivos terrestres. También se utiliza para la evacuación del personal herido. Está en producción en serie en la planta de aviación de Ulan-Ude en Buryatia (Siberia oriental). Puede equiparse con varios tipos de armas en los soportes de estructuras en los laterales del fuselaje, incluidos misiles y cohetes. Está equipado con medios de protección antimisiles y tiene un blindaje considerable en la cabina y equipos vitales.
Rusia estaba cumpliendo asimismo un contrato importante para el suministro de sistemas de defensa aérea de largo alcance S-400 Triumph y entregó 24 cazas Su-35 a la República Popular China (Yury LasEkin)
Fotografía: Helicóptero Mi-171Sh (foto Ulan-Ude Aviation Plant).
