A través de doscientas doce páginas explican distintos aspectos que conciernen a la evolución militar de los chinos que propugnan, en una ambición global más que contrastada, el obtener medios y capacidades que permitan a sus ejércitos ser especialmente disruptores. Llama la atención que, frente a la no beligerancia manifestada de forma reiterada en informes que se emiten desde las más altas instancias del gobierno de China para explicar al mundo sus ambiciones internacionales, se apueste ahora por incrementar el número de los vectores y armas nucleares que poseen.
La PLA Rocket Force de China ha sido equipada en los últimos con distintos tipos de misiles de corto, medio y largo alcance con los que proyectar cargas ofensivas a diferentes distancias. Ahora, por lo que se difunde desde Estados Unidos, apostarían por introducir en sus arsenales misiles continentales con carga convencional.
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La actual capacidad de los misiles de largo alcance de China está en proceso de ser ampliada. Foto: DoD
Estos últimos, los llamados ICBM (Intercontinental Ballistic Missile), estarían en principio configurados como vectores de transporte rápido y preciso de ojivas convencionales de distinto tipo. Su alcance, que se estimaría en unos 10.000 kilómetros o más, permitiría que China pudiese lanzarlos desde su propio territorio y que se consiguiera llegar a objetivos en Norteamérica y en Alaska.
Informes precisos
El documento mencionado incluye imágenes que muestran que China está construyendo nuevos silos para poder almacenar y disparar sus misiles balísticos intercontinentales convencionales -que por otra parte podrían, sin dificultad, ser provistos de ojivas nucleares- y que alrededor de esos emplazamientos se están materializando acuartelamientos que proveerían de personal militar para darles seguridad, mantenimiento y otros apoyos.
Los estadounidenses también inciden en señalar que se habrían construido trescientos de esos nuevos silos de ICBMs en territorio de China, un auge significativo en la capacidad ofensiva que poco tiene que ver con cierto populismo pacifista que se apunta en los discursos oficiales gubernamentales del país asiático.
Se estima que dentro de ese crecimiento de capacidades los chinos han incrementado un 25% su arsenal de armas nucleares, pasando de las 400 ojivas que tenían el año pasado a las 500 que se estima tienen en el actual. Se trataría de un proceso de crecimiento por el que se ha previsto que doblen esa cifra y que a finales de esta década posean 1.000 ojivas nucleares que China podría desplegar desde submarinos lanzamisiles, los misiles balísticos intercontinentales en sus silos o bombarderos estratégicos, pues no hay que olvidar que tienen en sus planes a medio plazo el obtener un novedoso bombardero furtivo que podría ser, por sus prestaciones, desequilibrante en confrontaciones como la que pueda tener lugar con Taiwán.