El satélite CBERS-4A fue transportado hasta Beijing en un Boeing 747-400 desde el aeropuerto de Sao José dos Campos, con escalas técnicas en la isla de Sal y Moscú, Rusia. Hasta llegar a su destino, voló más de 17 mil kilómetros. El lanzamiento del CBERS-4A está previsto para el segundo semestre de este año, desde el Centro de Lanzamiento de Taiyuan. Será colocado en órbita por el cohete Larga Marcha 4B. El proyecto forma parte de una asociación entre la Agencia Espacial Brasileña (AEB) y la Academia China de Tecnología Espacial (CAST), con ejecución del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
El montaje, la integración y las pruebas del CBERS-4A se realizaron totalmente en el Laboratorio de Integración y Pruebas (LIT). El equipo pasó por pruebas de vacío térmico, de interferencia y compatibilidad electromagnéticas, vibración y acústica, entre otros que ya se han concluido. El CBERS-4A es el sexto satélite construido a partir de la cooperación de Brasil con China, acuerdos que cumplen ya 30 años. El satélite proporcionará imágenes para monitorear el medio ambiente, identificar deforestación, desastres naturales y para la expansión sostenible de la agricultura y las ciudades, entre otras aplicaciones.
Las pruebas eléctricas del CBERS-4A fueron finalizadas en el mes de noviembre de 2018, cuando se realizó la simulación de vuelo. Se utilizaron para probar la secuencia de eventos que ocurren durante el lanzamiento y en el alcance de las primeras órbitas, antes de la inyección del satélite en su órbita final. Estas pruebas previas a los ensayos ambientales, realizados en el último mes de abril, y que simularon las condiciones en el espacio. (Javier Bonilla, corresponsal del Grupo Edefa en Brasil)
