El pasado 22 el ministro de Defensa noruego Tore O. Sandvik se reunió en Ucrania con su homólogo ucraniano Rustem Umerov. Ambos firmaron un acuerdo respaldando la colaboración entre empresas ucranianas y la noruega KDA de tal manera que se financiará el desarrollo conjunto de un nuevo misil antiaéreo de coste contenido que sea compatible con el lanzador NASAMS.
El presidente de KDA, Eirik Lie estuvo presente en la firma, anunciando que “la necesidad de producir misiles de defensa aérea más rentables en grandes cantidades en Ucrania es urgente”. “Junto con nuestro socio ucraniano y el apoyo de las autoridades noruegas, esperamos desarrollar un misil eficaz que podamos producir y entregar en grandes cantidades”. El presidente de KDA también acudió a Kiev a la apertura de la primera oficina de la empresa en Ucrania.
El sistema NASAMS (por Norwegian Advanced Surface to Air Missile System), en servicio en el Ejército de Tierra español, emplea el misil AIM-120 AMRAAM de la estadounidense Raytheon como vector de ataque contra aeronaves de ala fija y rotatoria, misiles de crucero y UAVs. Guiado por radar y con la capacidad de “dispara y olvida” tiene un alcance de 25 km. y un techo de servicio de 10.000 metros.
Sin embargo, la versión NASAMS 3 ofrecida desde 2019 integra nuevos misiles en un lanzador diferente, concretamente el AMRAAM ER (por Extended Range) y el AIM-9X-2, ofreciendo el primero un mayor alcance y el segundo un tamaño contenido frente a amenazas de menor entidad. El AMRAAM ER supera la velocidad de Mach 4 y ofrece un alcance de 100 km.
La referencia a misiles de menor coste se referiría a la aplicación de misiles más baratos contra amenazas más pequeñas como UAVs, evitando usar los más caros AMRAAM, con costes estimados de aproximadamente 700.000 euros por misil (por ejemplo España comprará 68 misiles AMRAAC de la moderna versión AIM-120-C por 100 millones de euros según anuncio de 2023).
En febrero el Gobierno noruego anunció que se emplearían 3.500 millones de coronas noruegas (aproximadamente 270 millones de euros) para desarrollar las industrias de defensa noruega y ucraniana a través de asociaciones estratégicas entre empresas de ambos países. Precisamente en febrero el presidente de KDA anunció que se mantenían estrechas conversaciones con la industria ucraniana para establecer una empresa conjunta con la prioridad de aumentar la producción de misiles de defensa aérea, basados en tecnología ucraniana. Entonces ya se anunció la intención de integrar misiles nacionales en el lanzador NASAMS.
No ha trascendido el modelo a misil a integrar en los lanzadores NASAMS, si se trata de un nuevo desarrollo en curso o el empleo de alguno de los desarrollos ucranianos, como los de diseño ruso R-73 o el R-27 en diferentes versiones o el más moderno UP-277 si bien se trata de misiles que, por longitud o diámetro de las superficies de vuelo, ahora no podrían entrar en las seis celdas del lanzador noruego. (José Mª Navarro García)





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