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Viernes, 26 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El sorprendente ataque bielorruso a un avión de alerta temprana A-50 ruso

Un A-50 ruso durante una operación en el Mar Negro en 2019 (Ministerio de Defensa de Rusia)
Un A-50 ruso durante una operación en el Mar Negro en 2019 (Ministerio de Defensa de Rusia)

Como hemos mencionado en anteriores textos, la invasión rusa de Ucrania está siendo la primera guerra radiada en redes sociales, con informaciones y vídeos diarios de actuaciones de uno y otro bando. Una de las más llamativas sin embargo ha tenido lugar en Bielorrusia por fuerzas opuestas al presidente Lukashenko con el ataque a un avión ruso A-50 como protagonista.

El inicio de la invasión rusa de Ucrania comenzó desde Bielorrusia dado el apoyo de este país a Rusia, incluyendo la operación de aeronaves de combate, lanzamiento de cohetes y misiles rusos. En la base aérea de Machulishchy, al sur de Minsk tuvo lugar el pasado 26 un supuesto ataque con aeronaves no tripuladas contra un avión de alerta aérea aerotransportada Beriev A-50 de la Fuerza Aérea rusa.

Una organización paramilitar bielorrusa opuesta al gobierno actual denominada BYPOL informó de la autoría de ese ataque realizado con UAVs contra la aeronave rusa, informando de que había dañado tanto los sistemas de radar terrestre montados en el morro como el radomo del radar aeroportado del avión.

El momento en el que el UAV se posa en el radomo del A-50 (captura vídeo BYPOL)

Pronto las redes sociales se llenaron de análisis más o menos precisos usando fotos anteriores y posteriores al ataque proporcionadas por operadores comerciales como Planet Labs o MAXAR. Estos análisis llegaron a la conclusión de que, en caso de haberse producido realmente, el ataque habría provocado daños mínimos al avión.

Para afirmar tal cosa se basaban en el aparente buen estado del avión, la ausencia de medios en tierra que estuvieran actuando en reparaciones o extinguiendo un hipotético incendio. También afirmaban que la forma cambiante de la nieve que cubría alas y radomo del avión podría explicar ciertas manchas oscuras atribuidas inicialmente al hipotético ataque.

Para complicar las cosas, el mismo 28 en que se disponía de las primeras imágenes satelitales de la base, el comunicado del organismo Defence Intelligence del Ministerio de Defensa británico se hacía eco del ataque aportando información precisa. Según la citada nota, el A-50 (código OTAN Minstay) estaba ya en la citada base al menos desde el 19 de enero junto a dos aviones de combate MiG-31K (código OTAN Foxhound). Estos tres aviones estarían participando en ejercicios conjuntos ruso-bielorrusos entre el 16 de enero y el 1 de febrero.

Imagen satélite del A-50 el 28 de febrero (MAXAR vía The Drive)

Según el informe británico, el 26 BYPOL informó del ataque con UAVs sobre el A-50, ataque que habría causado dos explosiones y dañado secciones frontal y central del avión y la antena principal. El mismo informe recuerda que el A-50 es un avión de alerta aérea embarcada diseñado para detectar e identificar amenazas aéreas y coordinar la acción de los aviones de combate. El informe finalizaba afirmando que la atribución y los daños del ataque no habían sido confirmados oficialmente pero que la pérdida del A-50 sería “significativa” para las operaciones aéreas rusas, quedando en servicio solo seis de esos aparatos si se perdía el supuestamente atacado.

Cuando continuaban los análisis basados en fuentes abiertas (OSINT) de los posibles daños al avión, al punto de que se estaba poniendo incluso en duda la veracidad de este, la historia dio un giro el día 2 cuando BYPOL mostró un vídeo de una acción en la que habrían desplegado un UAV que fue capaz no solo de adentrarse en la base aérea de Machulishchy sino también de posarse en el radomo del A-50 y despegar sin oposición alguna lo que ilustra el nivel de protección de la citada base y de vulnerabilidad de los activos de la Fuerza Aérea rusa. Aunque no se cita la fecha, esta temeraria acción habría sido realizada con anterioridad al ataque.

Una de las primeras imágenes de la base aérea con el A-50 (MAXAR vía Gianluca Mezzofiore)

La capacidad de las fuerzas ucranianas para desarrollar, desplegar y operar con éxito diferentes tipos de aeronaves no tripuladas, incluso de procedencia comercial y fabricación artesanal ha quedado mostrada durante lo que llevamos de conflicto, presentando el ataque reivindicado por BYPOL como posible.

Llamativo resulta como decíamos que medios “irregulares” bielorrusos hayan sido capaces de emplear este tipo de aparatos para adentrarse exitosamente en una base militar y actuar impunemente contra activos importantes sin que se haya podido constatar el uso de sistemas contra UAVs de ningún tipo o bien que su acción haya sido inefectiva.

Por último no hay que olvidar también la posibilidad de que este incidente no sea tal como se ha presentado y que pueda ser un ejemplo de “ataque de falsa bandera” o empleado para intentar conseguir que Bielorrusia se implique más activamente en la guerra de Rusia contra Ucrania, donde Lukashenko ha afirmado repetidamente que  no piensa mandar soldados bielorrusos salvo que su país resulte atacado. (José Mª Navarro García)


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