Por segunda vez en su historia, los cazabombarderos F-16 de la Força Aérea Portuguesa (FAP) aseguran la defensa aérea de Islandia y la amplia zona atlántica aledaña, donde se sitúa el flanco norte de la OTAN y el paso de las unidades aeronavales de Rusia desde el mar Ártico al Atlántico Norte.
Los cuatro F-16M modernizados o MLU (Mid Life Update) Fighting Falcon de la Fuerza Aérea de Portugal, de sus escuadrones 201 "Falcoes" y 301 "Jaguares", partieron desde su sede, la base aérea nº 05, en Monte Real) el 27 de enero para llevar a cabo un relevo, hasta el 30 de marzo, en el destacamento de OTAN de policía aérea en Islandia o NATO Icelandic Air Policing.
Se han desplegado un total de 85 efectivos y cuatro F-16M, en concreto los matriculados 15101, 15106, 15107 y 15112. Antes de llegar a la base aérea de Keflavik (Islandia), sede de la misión de la OTAN, tuvieran que realizar una parada para repostar en la base de la Real Fuerza Aérea británica de RAF (Royal Air Force) de Lossiemouth (Escocia), una parada que se prolongó por el mal tiempo entre Gran Bretaña e Islandia, hasta que el 2 de febrero se pudo realizar el salto al destino final.
La fuerza destacada se dividirá en dos rotaciones de personal, el despliegue del equipo avanzado comenzó el 24 de enero, seguido por una aeronave de transporte que trasladó al personal restante. La retirada total está previsto que se complete el 6 de abril.
La NATO Icelandic Air Policing tiene como objetivo controlar a las aeronaves militares no pertenecientes a la OTAN que no sigan las normas de vuelo internacionales al acercarse al espacio aéreo de la Alianza, fundamentalmente los aviones de gran radio de acción de la Fuerza Aérea y la Armada de Rusia, entre otros los Tupolev Tu-95, Tu-142 y Tu-160, que tantean a menudo estas aguas para probar la reacción de las fuerzas aéreas de la Alianza.
La FAP participó en por primera vez en 2012 en esta misión, desplegando seis F-16M y completado un total de 220 horas de vuelo en este difícil escenario, sobre todo por su mala climatología. Los cazas lusos realizarán simultáneamente un intenso entrenamiento para la preparación y el mantenimiento de las cualificaciones del personal desplegado.
Además, la operación es clave para entrenarse en movilidad y apoyo a una base operativa avanzada y el posterior repliegue a Portugal en una operación de larga duración que conlleva planificar, apoyar y coordinar la preparación, proyección, ejecución y repliegue de la fuerza con el apoyo de entidades internas y externas. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: Uno de los F-16 de la FAP despegando. (foto Julio Maíz/defensa.com)
