El Consejo de Ministros del 13 de diciembre del pasado año prorrogaba la presencia de las tropas españolas en Turquía hasta el 31 de diciembre, en el marco de la operación “Persistent Effort” de la OTAN que incluye cometidos de policía aérea en los Países Bálticos y apoyo a la defensa aérea de Turquía”.
En esta última misión, la conocida como “Active Fence” se mantiene desplegada desde inicios de 2015 una batería Patriot de Defensa aérea del Ejército de Tierra para “proteger a la población turca de posibles ataques con misiles desde Siria”. La presencia de la batería Patriot españoles es la única después de que a mediados de 2015 los misiles estadounidenses y alemanes fueran replegados.
La unidad Patriot está formada por 149 militares, sobre la base de los Regimientos de Artillería Antiaérea 71, 73 y 74, desplegados en la base aérea de Incirlik habiendo llegado el pasado 19 de enero el último relevo, el contingente XI del RAA 94. Se trata de la primera vez que España despliega un sistema de defensa contra misiles balísticos en el exterior.
En repetidas ocasiones la ministra de Defensa española Margarita Robles ha esgrimido que las misiones internacionales como la citada “Active Fence” forman parte de uno de los tres pilares de la política del Ministerio de Defensa como es el fortalecimiento de la posición de España en el sistema de seguridad internacional. Este está “centrado en el ejercicio de un liderazgo activo en las iniciativas de la Unión Europea en materia de seguridad y defensa, en la fiabilidad de nuestro compromiso con los aliados de la UE y de la OTAN y la organización de las acciones de diplomacia de la Defensa”.
Precisamente para la OTAN es un ejemplo de solidaridad y defensa colectiva, sin embargo la situación actual ha cambiado bastante desde que se aprobara el despliegue español en 2014. En 2012 se puso en marcha la misión tras la petición de Turquía tras las amenazas de Bashar el Asad, el uso de los misiles Scud y la posibilidad de que el Daesh se pudiera hacer con armamento sirio. Y es que la presencia de los Patriot españoles en este momento no estaría tanto beneficiando a la población civil sino al contingente turco desplegado en Siria y a sus fuerzas afines. De hecho medios internacionales han criticado que socios turcos que actúan en Siria, como son el HTS (Hayat Tahrir al-Sham, la rama local de Al Queda) estarían actuando bajo el “paraguas protector” de los Patriot de la OTAN frente a la aviación siria o de Rusia desplegada en la región.
La situación se ha vuelto aún más rocambolesca después de que tras los bombardeos aéreos que han causado numerosas muertes entre las tropas turcas desplegadas en Siria, Turquía haya pedido a Estados Unidos que despliegue dos baterías de misiles Patriot. Sin embargo la relación entre Turquía y Estados Unidos no pasa por el mejor momento, entre otras cosas porque Turquía decidió comprar el sistema de defensa aérea S-400 de fabricación rusa. Estados Unidos consideró que adquirir este sistema y el avión de combate F-35 era incompatible puesto que permitiría conocer sus secretos a Moscú, por lo que canceló la participación de Turquía en el Joint Strike Fighter a pesar de que se han entregado los primeros aparatos (que permanecen en Estados Unidos).
Estos hipotéticos Patriot adicionales, sobre los que no se ha pronunciado Estados Unidos, vendrían a proteger a las tropas turcas frente a los ataques de la aviación siria que está respaldada por Rusia, a la que Turquía no olvidemos ha comprado el S-400. Turquía querría establecer una zona segura al sur, en la frontera con Siria, en la que sí podrían operar los aviones turcos. (José Mª Navarro García)
Fotografía: La llegada de la batería Patriot española a Turquía en 2015 (Ministerio de Defensa)
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La Ministra de Defensa en 2015, Maria Dolores de Cospedal, junto a las tropas españolas en el asentamiento Patriot, Incirlik (Ministerio de Defensa)
