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Lunes, 13 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La OTAN activa una célula para proteger oleoductos y cables submarinos ante un posible sabotaje ruso

El submarino ruso “Podmoskovye” (BS-64), desde el que se podrían lanzar minisubmarinos con los que atacar infraestructuras submarinas.

La OTAN ha creado un nuevo centro para la protección de oleoductos y cables submarinos ante la posibilidad de que Rusia esté cartografiando esas  infraestructuras occidentales submarinas y pudiera sabotearlas.

 

“La amenaza se está desarrollando”, asegura el teniente general Hans-Werner Wiermann, responsable del Estados Mayor conjunto de la OTAN o Director General of the International Military Staff (DGIMS), que dirige además la nueva Célula. La puesta en marcha del organismo se materializa después de que los ministros de Defensa de la OTAN dieran luz verde, en el marco de una cumbre efectuada el pasado mes de febrero, a la creación de la denominada Célula de Coordinación de Infraestructuras Submarinas Críticas, que incluyen oleoductos de materias energéticas y cables de comunicaciones.

 

El general alemán también informó, el pasado 16 de junio, que el nuevo centro está ubicado en la macro instalación militar británica de Northwood, sita al noroeste de Londres, que actualmente acoge también al Mando Marítimo de la OTAN o Allied Maritime Command (MARCOM).

“Los buques rusos han cartografiado activamente nuestras infraestructuras submarinas críticas. Existe una gran preocupación de que Rusia pueda apuntar a cables submarinos y otras infraestructuras críticas en un esfuerzo por interrumpir la vida occidental”, dijo el citado general alemán a los periodistas en la sede de la OTAN, en Bruselas.

 

Rusia apunta a Estados Unidos del sabotaje contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2 y amenaza  con que podría devolver el golpe cortando los cables submarinos que garantizan las telecomunicaciones entre Estados Unidos y Europa. Aunque no se ha atribuido oficialmente ninguna culpa, la OTAN ha reforzado su presencia en los mares Báltico y del Norte desde entonces, con decenas de buques, apoyados por aviones de patrulla marítima y equipos submarinos operados remotamente o Unmanned Underwater Vehicles (UUV).

 

Según datos de la OTAN, sólo por el fondo del Mar del Norte discurren unos 8.000 kilómetros de oleoductos y gasoductos, además de otros sistemas de cableado, que son imposibles de vigilarlas las 24 horas al día, los 7 días a la semana (24/7). Cada año se registran unos 100 incidentes de corte de cables en todo el mundo, y a menudo es muy difícil saber si son realizados deliberadamente.

 

“No hay forma de que podamos tener la presencia de la OTAN también a lo largo de estos miles de kilómetros de infraestructura submarina”, declaró a la prensa el actual secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, tras presidir la reunión. “Pero podemos mejorar en la recopilación de inteligencia, en el intercambio de información, en la conexión de los puntos, porque también en el sector privado hay mucha información” sobre los movimientos de los buques y la vigilancia marítima, añadió el político noruego.

 

En lugar de intentar vigilarlo todo, el nuevo centro y los aliados de la OTAN se centran en las zonas de alto riesgo, como son las tuberías y cableado situadas en aguas poco profundas a las que pueden acceder más fácilmente los submarinistas con intención de sabotearlos.  (Julio Maíz)

 


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