La posición de Lituania con costa al Mar Báltico y frontera con Bielorrusia hace que su entorno geográfico, teniendo en cuenta la invasión de parte de Ucrania por Rusia, esté marcado por una notable presión en lo que se refiere a su Defensa. Son motivos que han llevado a su gobierno a diferentes adquisiciones de sistemas de armas avanzadas y a la toma de decisiones como la que protagoniza esta noticia.
Han establecido un plan novedoso y ambicioso por el que van a crear nueve centros de adiestramiento donde formar a nada menos que 22.000 de sus ciudadanos -7.000 de ellos escolares- como pilotos de drones, pues esas plataformas aéreas, terrestres o navales van a ser cada vez más necesarias para hacer frente a cualquier hipótesis de invasión.
El número de futuros pilotos de drones, que tendrán que estar cualificados en un periodo corto que hará que vayan estando todos disponibles en 2028, es relevante si tenemos en cuenta que son sólo 2,8 millones los habitantes de todo un país que tiene una extensión de poco más de sesenta y cinco mil kilómetros cuadrados.
Desde el Ministerio de Defensa de Lituania van a impulsar el proyecto de conseguir una gran cantidad de pilotos de drones. Para la apuesta formativa van a destinar 3,3 millones de euros que les permitirá obtener equipo con el que acometer su proyecto que busca tanto capacitar en el control de medios de diferente tamaño que incluyen los ahora en boga FPV (First Person View) que incluyen unas gafas con pantalla para el piloto que le permiten tener la mejor perspectiva de la imagen que captan los sensores diurnos y nocturnos de los drones que manejan.
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El empleo de drones con cargas explosivas permitirá, a distancia y desde posiciones seguras, combatir aquellas amenazas que se concreten sobre suelo lituano.
La planificación de Lituania va a permitir impulsar competencias de la ciudadanía en el entorno de los sistemas aéreos autónomos (UAV, Unmanned Aerial Vehicles) y también expandir el objetivo de que sean más resistentes y resilientes ante cualquier necesidad puntual que, como la de defenderse de una posible agresión, pueda surgir en un futuro más o menos breve.
Con el propósito de obtener más pilotos de drones cualificados y motivados, el país ha firmado acuerdos con organizaciones como la LRU (Lithuanian Riflemen’s Union) y con LINESA (Lithuanian Non-forman Education Agency) que permitirán a la primera dar competencias a los adultos y a la segunda incidir en el sector escolar de los más jóvenes.
Con ese propósito obtendrán una gran cantidad de pilotos de drones con los que desarrollar acciones de vigilancia y reconocimiento o incluso ataques a determinados objetivos. La capacitación interna la van a acompañar con inversiones en capacidades antidrón que complementarán las capacidades de Lituania frente a lo que pueda suceder.
Se ha previsto que abran en septiembre de 2025 los primeros centros en Jonava, Taurage y Kedainiai, que en 2026 estén listos los de Siauliai y Panevezys, que en 2027 se activen los de Utena y Telsiai, y que ya en 2028 se cuente con las instalaciones de Kaipeda y Marijampole, según se ha informado por el propio ministro de Defensa de Lituania en una alocución que tuvo lugar a mediados de este mismo agosto. (Octavio Díez Cámara)






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