Gran Bretaña emprendió hace unos años un proceso por el que redujo al mínimo la cantidad y capacidad de los carros de combate de su Ejército, una decisión que ahora buscan mitigar con la modernización de buena parte de los que aún les quedan del modelo Challenger 3.
El proceso en curso, que está previsto finalice sobre 2030, contempla que Gran Bretaña dispondrá de 148 ejemplares de carros de combate muy mejorados que serán la punta de lanza de sus capacidades militares terrestres. La llegada de los Challenger 3, que cuentan ya con un cañón de 120 milímetros de ánima lisa a diferencia de los modelos anteriores que lo tenían con ánima rayada, supone un reto y se va a beneficiar de soluciones como la incorporación de Inteligencia Artificial.
Thales integra en estos carros de combate, para darles una mejor capacidad a la hora de identificar, localizar y alcanzar a sus objetivos, un novedoso equipo de puntería en el que encontramos varios sensores que amplifican las capacidades que eran clásicas. Uno es el True Hunter Gunner Sight (THGS), que capacita al Challenger 3 a disparar su arma principal con la mayor precisión mientras se encuentra en movimiento y a hacerlo en las condiciones situacionales más complejas.
.jpg)
A partir de 2030 una flota de 148 Challenger 3 se integrará en el potencial de reconocimiento y combativo de las fuerzas terrestres de Gran Bretaña. (Thales
Ese equipo, y otros que ayudan a la identificación del objetivo y a la realización de la solución de tiro, se benefician de la integración de sofisticados algoritmos de Inteligencia Artificial. Gracias a ellos, que actúan automáticamente y de forma especialmente diligente, la tripulación podrá ver, de forma más rápida y más precisa, donde se encuentra la amenaza para adquirirla, seguirla y neutralizarla si es necesario. Los humanos son ayudados ahora por una tripulación digital, la DigitalCrew.
Con esa solución de tecnología avanzada, el Ejército británico dispondrá de carros de combate con mayor capacidad para observar lo que acontece y obtener una mejor percepción situacional que, gracias a conceptos como visores panorámicos e interfaces intuitivas, acelerarán la vigilancia de muy largo alcance. Los Challenger 3 se integrarán de forma automatizada con otras plataformas propias en el campo de batalla de forma que se pueda reinventar y adaptar a los tiempos actuales y futuro la capacidad de reconocimiento y ataque terrestre.
Esa consideración, en la que los procesos asociados a la Inteligencia Artificial se contemplan como una solución que ha llegado para quedarse, va a ser clave en una transformación que se beneficiará de la llegada de los nuevos carros de combate que ya no serán receptores de información de reconocimiento y se convertirán en capacitadores de ese aspecto en operaciones multidominio en las que la integración de las diferentes capacidades será el punto clave para multiplicar la fuerza y la validez del Challenger 3. (Octavio Díez Cámara)







1 comentarios